La pequeña Mary se hallaba en la playa con su madre.
- Mami, ¿puedo jugar en la arena?
- No, mi vida, no quiero que te ensucies el vestido.
- Mami, ¿puedo andar por el agua?
- No. Te mojarías y agarrarías un resfriado.
- Mami, ¿puedo jugar con los otros niños?
- No, te perderías entre la gente.
- Mami, cómprame un helado.
- No, te hace daño a la garganta.
La pequeña Mary se echó entonces a llorar.
Y la madre, volviéndose hacia una señora que se encontraba al lado, le dijo:
"¡Por todos los santos! ¿Ha visto usted que niña tan neurótica?".
ANTHONY DE MELLO.
¡¡¡¡¡Buen lunes!!!!!