Vista del fuerte de Jodhpur desde la terraza de nuestro decadente hotel.
JODHPUR (Estado de Utar Pradesh, Rajastán) DÍA 4 y 5
De las incomparables cuevas cogimos un vuelo a Jodhpur vía Mumbay donde nos esperaba una grata sorpresa. (yo no había estado anteriormente ni en las cuevas ni en Jodhpur ni en Jaisalmer por lo que esta primera parte del viaje me resultaba nueva y asombrosa
Llamada también la ciudad azul de los bramanes. Impresionante la mezcla de colores verde y azul, las callejuelas estrechas y llenas de cacas, vacas, niños, tenderetes, comercios. Una ciudad encantadora con un formidable fuerte sobre una colina rocosa que se veía desde la terraza de nuestro curioso pero algo sucio y decadente hotel. Buena comida, un poco de arte y de historia, paseo por callejuelas fotografiando cada casa con sus mezclas únicas de colores verde y azul, compras en un atiborrado bazar al aire libre no apto para turistas pero donde nos metimos como si fuéramos locales. Buena comida en el hotel y en la ciudad donde degustamos el mejor Thali que haya comido jamás (variedad de platos vegetarianos con panes diversos, arroz y bolas de nosequé bañadas en miel) Visita a los pueblos Bishnois en los alrededores y experiencia ferroviaria. Allá que nos fuimos a las 9 de a noche a la estación de tren donde acampan cientos de personas esperando a un ansiado tren que siempre llega con retraso. Gente alfombrando el suelo con sus dothis, saris, con sus pertenencias, con sus bebés a cuestas, tullidos, parias, miserables, niños, moscas, policías paseantes, rateros, empujones en las colas, ratas (juro que vi una en la caseta de información). En fin, todo un espectáculo.
Accedimos a nuestro vagón que habíamos reservado por internet entre empujones, un calor sofocante y cargados de agua embotellada. Para localizarlo tardamos un rato hasta que descubrimos que nuestros nombres estaban pegados al tren en un largo papel con la lista de pasajeros. La cabina de literas con aire acondicionado (todo un lujo) era de 8 personas y nuestro pequeño grupo constaba de 4, así que compartimos litera con coleguitas indios que tiene su gracia. Los vagones de tercera clase os los podéis imaginar, gente hacinada , sentada, de pie y sin cristales en las ventanas para poder respirar un poco de aire bochornoso, caliente y seco.
Otra vista del inexpugnable fuerte.
Casa típica de un Brahaman.
Callejear por Jodhpur es una delicia
Cada rincón era único.
Mezcla de colores, olores, cacas, vacas…
Si yo pudiera combinar un jersey de este verde con una falda de este azúl, sería la reina del mambo.
El tendido eléctrico ya lo quisiera Unión Fenosa.
Los 4 jinetes con el fuerte de Jodhpur al fondo.
Venta de miel con panal y moscas incluídas en el precio.
Tienda de especias varias.
Prefiero comprar en este mercado. Carrefour ha perdido todo el glamour y el encanto.
JODHPUR y LOS PUEBLOS BISHNOIS
He recopilado unas cuantas fotografías más de Jodhpur que creo son bastante descriptivas:
Niña bailarina. Qué ojos. qué cara, qué arte.
Habitación de nuestro hotel en Jodhpur, decorada muy, pero que muy india, sencilla, un poco cutre pero con una espectacular terraza con vistas al fuerte.
Cenotafios de los Maharahas de Jodhpur.
Los locales también hacen turismo y visitan el palacio del fuerte.
Subida al fuerte y su formidable palacio (obsérvese el diseño de la papelera).
Increíble el palacio, remodelado y muy cuidado, con celosías e increíbles artesonados y arquitectura.
Otra vista del palacio, quién fuera Maharani de la época…
Me encanta esta foto. La mujer, la escalera, la humedad de las paredes, el colorido…
Otra vista del inexpugnable fuerte.
El opio se destila y se bebe como medicina.
Patio del palacio para recepcionar a las gentes importantes.
Vista del palacio desde la ciudad
Increíbles vistas desde el palacio de la ciudad azul de Jodhpur.
Callejuela en Jodpur, color, rickshaw, caca, moto, vaca, turistas (nosotros),madera… todo un contraste.
A los niños les encanta que les fotografíes.
Sin palabras.