Nuestro mutante favorito por fin llega a las carteleras, convirtiéndose en una de las películas más esperadas del año. Esperada por todos, pero especialmente por un amante de los mutantes y porque no, de Hugh Jackman. Una película dentro de una saga totalmente agridulce. Tras presentar dos películas en solitario con una falta de calidad a la altura de unas palomitas rancias, Logan llega para despedirse. Lo echaremos de menos, pero nos ha dejado una última película que gustará a muchos y hará sacar sus garras de Adamantium a muchos otros. Por eso, queremos ser los primeros en dar nuestra crítica Sin Spoilers de Logan, la película donde nuestro lobo cuelga las garras.
Una despedida desgarradora.
Hugh Jackman, el inmortal Lobezno, se encuentra desde el primer minuto más muerto que nunca. Vaya, que contradicción. Más apagado, desgastado y tocado que en cualquier otra película. Saca su lado más oscuro, rozando incluso una introspección a la altura del Batman de Nolan. Eso sí, una “oscuridad” altamente balanceada por el Sol abrasador del desierto y la luminosidad del paisaje. Un gran acierto por parte del director, James Mangold, quien ya había trabajado con nuestro Lobezno.
Desde los primeros compases de la película, ya nos dejan claro que es una carta de despedida. Que Logan ya no es el mismo. Que los superhéroes y los mutantes ya no son lo mismo, por no ser, ni existen. Hace años que no nace ningún mutante y eso ha hecho que nuestro profesor Charles Xavier y Caliban (un mutante albino, primo de Iniesta y gran rastreador de mutantes), se encuentren recluidos en la frontera Mexicana. Todo rodeado de un ambiente agónico por parte de los personajes y de un futuro “distópico” con la menor presencia de distopía. Es ahí donde Laura (no, no es la hija de Logan, o sí… Risas malvadas), entremezcla sus vidas con los protagonistas, poniendo un rumbo que seguir a través del árido centro de los Estados Unidos.
Una Road Movie mutante
Una vez los personajes están juntos, toca el clásico tira y afloja con los malos. A mi parece, ese concepto es uno de los más flojos de la película. En el momento en el que huyen en limusina, (sí, Logan mola y huye en limusina) la película nos da una promesa, con tintes incluso a los Mad Max. Un pacto que poco a poco se va diluyendo deja paso a metraje pesado, insulso y alargado en exceso. Una película, que sobre el papel, el trailer y nuestras cabezas, era totalmente perfecta, ha acabado por ejecutarse de manera correcta, pero insuficiente para los amantes de Logan.
Logan es totalmente diferente a cualquiera de las otras películas de la saga X-Men. Entra mucho más en el interior de los personajes, sobre todo de nuestro protagonista. El problema, es que nos ha introducido en un mundo emocional de los personajes, sin llegar a emocionarnos a nosotros. Eso, al pasar horas después del Estreno, ha pesado en cada una de mis teclas, menguando mis impresiones sobre el film. Era una apuesta arriesgada y siempre agradezco la inovación, pero no a cualquier precio.
Está claro que la falta de emotividad y de épica de la cinta va a desagradar a muchos otros. Conocer más a fondo a los personajes me gustan, pero como punto y final de años de saga, deja mucho, mucho que desear. Está claro que no quedaban violines para sacarnos la lágrima fácil. O tal vez, han querido ir directamente por otra vía. Lo importante es que la película no acaba de transmitir nada, o como mínimo, no utilizó los poderes telequinéticos para embaucar mi mente.
Los actores, los verdaderos superhéroes de la película
Detrás de constantes referencias a los cómicos de los X-Men, te das cuenta que los héroes no siempre existen. Pero quien decidió que Hugh Jackman iba a interpretar a Logan hace ya 17 años (MADRE MÍA QUE VIEJO ME HAGO), es un verdadero superhéroe. No nos vamos a engañar, es el papel de su vida, algo que le marcará para siempre. Esta película le ha permitido aportar matices al personaje. Una historia introspectiva de una muerte interior, excelentemente llevada por Jackman. Y es ahí donde se construye la película, donde el espectador disfruta con el frío cinismo del protagonista y sus momentos de locura desatada. Es ahí, donde Logan es más Wolverine que nunca.
Y si Logan es una cara brillante de la película, el papelazo que acaba haciendo Dafne Keen me parece una de las guindas de la película. Ese misticismo silencioso casi a la altura de Eleven, me hace disfrutar y esperar más de la película. Otro gran acierto de casting. Además, acaba combinando con una ferocidad que nos recuerda puramente a Logan en sus mejores días.
Patrick Stewart tiene un papel difícil. Encara el papel de la mente más poderosa del mundo enferma. Uno de los pocos toques de humor de la película, pero un personaje que no me acaba de convencer.
Uno de los villanos más malos de la Saga
Si Apocalypse estaba pasado de vueltas, los villanos de esta cinta, ni llegan a arrancar el motor. Creo que es uno de los problemas más importantes de Logan. La falta de una inteligencia, de un plan, de desarrollar sus malvadas motivaciones más allá de lo lógico y esperable. Y lo más importante, la fragilidad y que acaban siendo más planos que las llanuras del viaje de Logan. Esperaba mucho más de Boyd Holbrook.
El último testamento mutante
Todas las incógnitas que deja la película, todos los mutantes que se han perdido sin dejar ni tan siquiera una señal, un Easter Egg, un guiño… No acaba de compensar el final de una saga. Estamos seguros que encontraremos más películas de mutantes, pero posiblemente sí sea la carta de despedida de Jackman como nuestro Logan favorito. Una película con tantos claros como luces. Con grandes personajes envueltos en una historia lineal, con tan poca épica como drama. Un aviso para los padres frikis, no llevéis a vuestros niños al cine. Logan desata el animal que lleva dentro, con escenas de acción más típicas del personaje del cómic. Vamos, que han gastado dinero en Ketchup.
Para los amantes de Logan y de la saga X-Men, será una gran película, si entráis en el juego. Todos aquellos que vayan a ver una película para pasar el tiempo, disfrutarán con los personajes, y se pueden cansar. ¿Para mí? Una carta de despedida agridulce. Un epíteto final que ha estado por debajo de mis expectativas.
¿Ya la habéis visto? ¿Qué opináis vosotros?
Nos leemos pronto. Un placer escribir para vuestras frikis y mutantes cabecitas.
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