¿Qué nos cuenta Desobediencia?
Después de saber que su padre ha muerto, Ronit (Rachel Weisz), regresa a Inglaterra; a la comunidad judía ortodoxa en la que creció. Ella está allí para presentarle respeto a quien fue también el rabino de la comunidad. Y paradójicamente fingió las veces de un padre para todos menos para ella. ¿Por qué? Porque Ronit es una desobediente que huyó de la comunidad en cuanto pudo. Sin planes originales de permanecer mucho tiempo, Ronit se dirige directamente a la casa de su amigo de la infancia, Dovid (interpretada por un Alessandro Nivola casi irreconocible).
Él fue el mejor alumno de su padre, y es en su casa, donde todos se reúnen para la primera etapa de un largo adiós, donde Ronit se encuentra cara a cara con su destino. Allí también está Esti (una sublime Rachel McAdams), y Esti es ahora la esposa de Dovid. Las tensiones comienzan a aumentar casi de inmediato, y el pasado comienza a repetirse, reviviendo por qué Ronit se fue y nunca regresó; su relación sexual con su mejor amiga Esti, que todavía tiene muchas esperanzas de continuar décadas después.
Entereza por desobediencia
Lo que funciona tan bien en Desobediencia (que se basa en la novela debut de Naomi Alderman); es que se trata de mucho más que una relación entre dos mujeres. El poder que ambas terminan demostrando son un ejercicio de resistencia; tanto para su relación como para el rol al que han sido predeterminadas solo por ser mujeres. Puedes tomar las circunstancias y las pruebas de Ronit, Esti y Dovid y conectarlas a cualquier situación de la sociedad, a cualquier religión, a cualquier ideología familiar y proponer el mismo resultado moral sin perder el ritmo. Sin embargo, esto no hace que Desobediencia sea simple. Hay capas que se pueden estudiar para obtener la comprensión completa de qué es el amor, qué es la amistad y qué es la familia.
Naturalidad como platos fuerte
Sebastián Lelio hizo un trabajo fantástico al equilibrar toda la historia, desde los conflictos hasta el trasfondo de la religión; especialmente cuando se trata de las tradiciones de la comunidad judía ortodoxa. No todos los que ven esta película conocerán o entenderán las prácticas de la religión, pero en ningún momento se explican. Si lo sabes, lo sabes. Si no el director se las apaña para que tengas una idea.
Sin embargo, hay una palabra en mi cabeza, a lo largo de toda la película: naturalidad. Sentí que estaba viendo la vida, y no actores que la retratan. Los tres protagonistas sobresalen en sus actuaciones; con Rachel McAdams mostrando verdaderamente lo que debería ser una gran actuación. Y Rachel Weisz confirmando por qué es una de las mejores de su generación. Del mismo modo, diré que esta es la mejor actuación de Alessandro Nivola; se convirtió en el hombre que retrataba y todo lo que quedaba era la obstinación de Dovid que bloqueaba cualquier emoción real, hasta su última epifanía gloriosa y devastadora.
Desobediencia en su superficie es una película sobre dos mujeres que finalmente aprenden a liberarse de lo que se espera de ellas al encontrarse nuevamente. Pero en su esencia, es una historia sobre cómo encontrar la verdadera libertad y usarla para entender finalmente la verdadera felicidad, incluso si eso significa no obtener lo que quieres, y esa es una lección importante para que todos la entiendan.