Una semana después el panorama ha cambiado. Qué ha cambiado…?
Inundamos las redes de selfies, de vídeos de minutos de solidaridad, por una vez Bares cerrados en España, grandes y pequeñas empresas paradas, nada de estrenos en la cartelera, nada de patrocinios, proyectos parados, medallas sin podium, competencias confinadas, programas desde casa, carreras sin pistoletazo de llegada y sin meta, medallistas entrenando en casa.
Una palabra silva en el ambiente Solidaridad, los medios sanitarios recortados, salvando vidas; médicos jubilados vistiendo sus batas, estudiantes de medicina abriendo hoteles cerrados como residencias sanitarias, enfermeros doblando turnos, una palabra Silva en el ambiente Coronavirus, pandemia, muerte.
Una palabra que se deshace en tres palabras y provoca una reacción solidaria, y lanzó una pregunta, ha sido necesaria una palabra para unir a un continente. Unión aparente para luego volver a la desunión, por una lengua, por un interés político por una carrera….
No sería coherente (bendita palabra acuñada por Manuel en su trabajo escolar) unirse, exista pandemia o no. Porque volveremos a la misma rutina una vez enterrados nuestros familiares y superado el estado de alarma. Credo, lengua, ambición, etc volverá a ser la pandemia, la hipocresía latente será un modus operandi y la vacuna nos la facilitará China o otro país, con protectores nuevos, guantes de colores y mascarillas que oculten las verdaderas intenciones.
No lo sé en nuestra mano está aprender, esta vez no son contenidos, no son competencias, son emociones, cariño hacia el enfermo, respeto hacia la diferencia, apoyo hacia el débil. Emociones a flor de piel que se cultivan en familia creada o originaria con amor y gratitud.