Si un país representa la esencia de África, ese es sin duda el Congo. Con un territorio del tamaño de Europa Continental, sin apenas carreteras y en gran parte selvático, la impresión que produce en el viajero que lo visita por primera vez es deslumbrante y abrumadora, inquietante y -sí- aterradora.
Por motivos de trabajo, el diplomático Enrique Criado vivió tres años en Kinshasa, la capital de la República Democrática del Congo. Fruto de ese periodo es Cosas que no caben en una maleta, un compendio de anécdotas y vivencias, delirantes y divertidas -la asistencia del autor a una boda congoleña, las situaciones cómicas vividas por la calle o en la selva profunda, donde un grupo de rebeldes secuestró casi por error a un médico español que acabó montando una clínica para sus captores-, de experiencias y sobre todo de sensaciones.
Una obra imprescindible no solo para los amantes de los viajes, sino para todos aquellos que abandonan su país y terminan viviendo en otro totalmente ajeno que acaba por conquistar su corazón. Un cuadro impresionista lleno de matices y detalles que se lee como una novela. Una historia real llena de hilaridad, una nueva forma de enfrentarse a lo diferente, un viaje apasionante al corazón de África.