Una muestra del pasado bélico de Dubrovnik lo vemos en su increíbles fortificaciones y altas murallas que se despliegan por el Casco Viejo. Fueron levantadas en el siglo XIII y, con el paso de los siglos, se fueron añadiendo refuerzos, los cuales se conservan en su estado original. Sin duda, es una agradable excursión ya que se puede recorrer a pie. Igualmente, se puede contemplar desde el agua con una mágica travesía en barco.
Desde aquí arriba se podrá contemplar la ciudad de Dubrovnik y el mar con unas vistas excepcionales de esta maravillosa metrópoli denominada 'La perla del Adriático'. Para acceder a esta zona tendremos que cruzar bien la puerta de Pile al Oeste, con un puente levadizo, la puerta de Ploca al Este o la puerta de Buza al Norte, todas ellas espectaculares. Otra parte, destacada el conjunto del fuerte Bokar y la Gran Fuente de Onofrio.
Una visita que no podemos perdernos es a la catedral de la Asunción de la Virgen María, edificada entre los siglos VI y VII. Reconstruida posteriormente tras la invasión romana en estilo veneciano y nuevamente en barroco, tras el terremoto del siglo XVII. La torre del reloj, símbolo de la ciudad, congrega un gran número de personas cada hora en punto gracias a su espectáculo. Lo mismo sucede con el Palacio de los rectores, ya que es uno de los lugares más asombrosos, siendo sede del gobierno en siglos pasados.
No podemos pasar por alto las fantásticas playas, bahías y lagunas de Dubrovnik, de una gran belleza. De hecho, frente a sus costas se hallan algunas pequeñas islas, de las cuales un reducido número se encuentran habitadas, pudiendo visitarlas en barco. Una relajada experiencia en la que disfrutar un poco más de la cultura de Croacia.
¿Y tú, conoces Dubrovnik? ¿Qué es lo que más te ha gustado?
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