Diamantes y preciosas paso a paso, para que puedas realizar este tipo de pinturas sin ningún tipo de dificultad.
A pintar y dibujar de aprende practicando, así que ¡ánimo!
Primer paso
El primer paso es marcar a lápiz suavemente las formas de nuestras piedras. Sabemos que los lados de los cristales son planos, pero por lo demás, este tipo de piedras aceptan muchos tipos de formas. Dependiendo también de si queremos dibujar piedras pulidas o no. Yo he elegido varios tipos diferentes.
Debemos marcar cuidadosamente todos los lados de la figura. Las marcas de lápiz, como siempre, cuanto más suaves mejor. Así será más sencillo borrarlas después.
Si tienes alguna duda para realizar los filos de las piedras irregulares, es decir, las esquinas, puedes recurrir al truco de los puntitos que ves en la fotografía inferior. Dibujas el contorno de la piedra, después agregas varios puntitos en su interior, y los vas uniendo mediante líneas rectas. Sencillo.
Segundo paso
Ha llegado el momento de ponerse a pintar. Los colores en las piedras pueden ser tan originales y variados como quieras. Yo he elegido varios para que puedas ver el resultado con cada uno.
La mejor forma de aplicar el color es mezclando dos tonos similares. Por ejemplo rojo y naranja, o rosa y rojo…
La idea es pintar cada segmento, cada lado de la figura, dejando un caminito de separación entre ellas. Ese caminito es justo la línea del lápiz.
El área que vamos a pintar va a combinar los dos colores de tonos similares que comentábamos arriba.
Tercer paso
Una vez hemos pintado con cuidado todas las caras, podemos comprobar cómo entre cada cara, queda el camino sin pintar con las marcas de lápiz.
Vamos a aprovechar los colores que nos han sobrado para hacer unas salpicaduras en el papel.
Las salpicaduras de pintura debe ser algo controlado en la medida de lo posible.
Taparemos las áreas que no queramos manchar, y con un pincel o cepillo de cerdas duras, procederemos a salpicar el papel. El pincel lo empapamos de pintura aguada en la medida que nos guste, y rascaremos con el dedo o un palillo para hacer que salgan las gotas de pintura.
Si quieres salpicaduras dispersas, debes separar el pincel del papel, y si quieres que sean más juntas, deberás acercarlo. Eso si, debes tener en cuenta, que a mayor separación, menos control de la pintura.
Cuarto paso
Una vez que la pintura esté bien seca, borraremos con mucho cuidado las partes donde se ve el lápiz. A mí para borrar marcas cuando trabajo con cuarela, me gustan las gomas de borrar suaves y blandas, “de nata”.
Lo único que nos falta es pintar el brillo. Para dar brillo vamos a usar color blanco. En acuarela existe el color blanco, pero en realidad no es un tono eficaz, ya que este tipo de pinturas son muy transparentes. Aunque existe, el blanco en acuarela no se usa. Hay muchas formas de conseguir blancos, como son las reservas, o la pintura acrílica o la tinta blanca.
A mí para este caso, y para ilustraciones en general, me gusta trabajar con tinta blanca. Aplicamos con cuidado la tinta sobre los cristales completos en los que queramos que se refleje la luz, y tendríamos nuestra pintura finalizada.
Yo he añadido lettering digital y una esquina de flores. Este es el resultado:
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Fuente: este post proviene de Lola Kabuki, donde puedes consultar el contenido original.
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