Al ser más productivo, de manera inevitable, trabajas más y mejor. ¿Cómo puedes lograr tu propósito de incrementar el ritmo de trabajo? En Curiosidades Curiosas te lo contamos.
Objetivos diarios y semanales
Para estar más centrado al ámbito del corto plazo en la oficina es recomendable que tus propósitos puedan contextualizarse en un periodo inmediato de actuación. De lo contrario, cuando todas tus metas se producen en un horizonte lejano, entonces, corres el riesgo de no llegar donde tenías previsto.
Aprovecha la mañana
Es cierto que cada persona tiene un ritmo distinto. Algunas personas son más de mañana y otras de tarde. Sin embargo, es aconsejable que intentes ajustar tu ritmo diario al ciclo de la luz solar (si tu trabajo te lo permite). Después del descanso, estás más receptivo para la relajación y la concentración durante la mañana siguiente.
Agrupa tareas similares
Los cambios pueden romper el ritmo de trabajo cotidiano, por esta razón, intenta agrupar tareas de una temática similar para abordar el trabajo diario en torno a bloques de información que tienen una estructura coherente.
Si tu jornada laboral tiene un marco previsible, puedes crear un cronograma de tareas y actividades para tener un orden.
Planifica tu jornada del día siguiente
Por ejemplo, durante la noche previa, deja perfectamente preparado el material de oficina en el escritorio. Igualmente, elige tu estilismo de la jornada siguiente. Así, puedes dejar preparado tu almuerzo. Cualquier asunto del que puedas ocuparte entonces, hazlo mejor ahora que más tarde.
Evita distracciones innecesarias
Es cierto que, a veces, te distraen a ti en la oficina. Sin embargo, en otros momentos, eres tú quien distrae. Intenta fomentar el hábito de concentrarte en la tarea que estás haciendo, posponiendo las charlas de ocio hasta el momento del descanso, especialmente, si ya falta poco tiempo para que se produzca.
Ten una máxima presente: no necesitas llevarte trabajo a casa para continuar con tus tareas desde allí. En realidad, tienes tiempo suficiente para ocuparte de los asuntos del día de hoy. Y si lo haces, no solo organizas mejor tu tiempo, también tienes una mejor calidad de vida.
Asume tus limitaciones
Pero hazlo con una perspectiva positiva no negativa. Por ejemplo, asume que no puedes hacer bien un montón de tareas al mismo tiempo. Por ello, concéntrate en cada cosa que haces. Comienza la tarea siguiente después de que hayas terminado la que has hecho ahora. Algo tan básico y que con tanta frecuencia ignoras al estar constantemente interrumpido por las novedades del teléfono.
Uso de aplicaciones
Las nuevas tecnologías son un recurso de apoyo muy importante para propiciar el trabajo en equipo. En ese caso, puedes utilizar apps específicas para mejorar la gestión de proyectos.
Formación online
Si quieres seguir estudiando, entonces, potencia el aprendizaje online que te permite desarrollar tu tarea desde tu propia casa. Y esto aumenta tu conciliación personal en las distintas esferas de tu vida. La productividad profesional está muy vinculada con la conciliación.