De hecho, la presión, las relaciones de trabajo complicadas y las cargas de trabajo pueden llevarte a puntos de quiebre y, ni modo, liberar algunas lágrimas de vez en cuando hace bien.
Insistimos: no eres la única. Una investigación reciente, a cargo de la bolsa de trabajo Monster, encontró que 8 de 10 encuestados admitieron haber llorado en el trabajo.
Además, la encuesta contestada por 2 mil personas también reveló que un 49.7% de quien ha llorado en la oficina lo ha hecho más de una vez.
Ojo, como dijimos, liberar la presión y llorar de vez en cuando es normal. Sin embargo, llama la atención que 5.2% del total declaró llorar todos los días en el trabajo.
En cuanto a los factores que causan estos llantos, más del 45% señaló que fueron por mala relación con los jefes o colegas, mientras que casi un 16% culpó a la carga laboral.
El baño, el estacionamiento, el área para fumar son las zonas más comunes en las que los Godínez u oficinistas descargan su frustración y lloran.
¿Te ha pasado?
Hace no tanto publicamos este otro artículo en el que hablamos del placer de llorar en lugares públicos.
Así que, descuida, nadie te juzga.