Coleccionando #ventanasmañas

Me gusta ir por la calle mirando hacia arriba. La esencia de las ciudades se encuentra, más que en sus baldosas, en sus fachadas y así lo descubrí hace cinco años mientras vivía en Belfast la aventura Erasmus. Tener bajo mis pies una ciudad totalmente desconocida me abrió el instinto explorador; un instinto que se quedó conmigo una vez estuve de vuelta en Zaragoza y que me hizo valorar la belleza de una ciudad que, por habitual, tachaba de “simple”.

Hoy quiero compartir por aquí un fruto jugoso de ese instinto explorador. Hace poco menos de un año aplaudíamos desde las ventanas, y cuando por fin pudimos salir a la calle esas ventanas fueron el imán que necesitaba para recuperar la ilusión por la fotografía. Empecé a coleccionar fotos ventaniles y algunas las compartí en Instagram bajo el hashtag #ventanasmañas.



Casi inconscientemente, tiendo a huir de lo estéticamente bonito para centrarme en lo interesante –una ventana ruinosa puede tener muchísima más personalidad que la de un palacio–, y en la pequeña colección de #ventanasmañas que he reunido hasta ahora hay prácticamente de todo: ventanucos pequeños y ventanas grandes, ventanas habitadas y ventanas desiertas, ventanas bañadas por el sol y ventanas a la sombra,

Son, ante todo, ventanas mundanas de una ciudad que, pese a haber sido mi hogar desde siempre, todavía estoy descubriendo. Son una forma de mantener viva mi curiosidad mientras paseo por Zaragoza. La mayoría de las fotografías están hechas con la cámara, pero tampoco se escapan de la colección algunas tomadas con el móvil (muchas veces es lo único que tengo a mano cuando una ventana interesante me encuentra).

Éstas son todas las fotos decentes que he reunido hasta el momento. La más viejuna es del 2017. Como no he compartido todas en Instagram, me gusta tenerlas guardaditas aquí. Quién sabe, ¡quizás dentro de un año tenga material para una segunda parte!















PD: Si te estás preguntando cómo es que las ventanas se ven medianamente rectas no, no tengo alas (por desgracia) ni me he subido a ninguna grúa. ¡Es el poder de la edición! Cuando es imposible enfrentar la ventana cara a cara por ser de un piso alto, el truco está en hacer la foto intentando mantener las líneas verticales y horizontales lo más rectas posibles y después deformarla en Snapseed con la herramienta “Perspectiva” (en este post te explico cómo hacerlo). Si la ventana no era demasiado amorfa en la foto original, puede lograrse un resultado bastante realista.

Dime, ¿tú también eres una loca de las fachadas y ventanas de tu ciudad?