Para nosotros es muy importante el Día de todos los santos, donde recordamos a nuestros seres queridos que nos dejaron, pero hay que reconocer que para los niños, Halloween es una fiesta más alegre y atractiva.
En mi caso he utilizado como pretexto esta fiesta para quedar con unos amigos que hace tiempo que no veía.
Pero hemos tenido que adelantar la fecha, porque hay una personita que, lo mismo le daba por nacer en ese fin de semana. Martina estamos deseando de conocerte.
Así preparé la presentación de la mesa.
La verdad es que hemos participado todos en esta comida, cada uno aportando algo. Unos se han encargado de los aperitivos: patatas, frutos secos, encurtidos,... y unos saladitos. Otros de los entrantes con un rica empanada. Otros con el vino, un Rasgo 2008, Ribera del Guadiana. Otros con el postre, con esas palmeritas de chocolate de las que siempre no queda ninguna.
Como estamos en otoño, qué mejor que utilizar productos de temporada, preparando unas ricas tostas con setas sobre pan de nueces y pasas.
Y, por supuesto, que más típico para Halloween que la calabaza, así que preparamos crema con ella.
Los cuencos que utilicé para servir la crema de calabaza, son de distintos tamaños, formas y colores, que le dio un toque original y divertido a la mesa. ¿Qué os parecen?
Lo he pasado muy bien, hacía tiempo que no me reía tanto, o que no lloraba de la risa, muchas gracias chic@s. Ya sabéis que tenemos una cita en breve, en la que volveremos a hablar, entre otras cosas, del viaje a Marruecos y de la mili de algunos, ¿verdad?