Celebrar Halloween en Nueva YorkRecién aterrizada, después de disfrutar en tierras norteamericanas de mi luna de miel, me reincorporo a la actividad del blog con una entrada que más a cuento no puede venir. Y es que, con el Halloween o mejor dicho, la víspera del día de Todos los Santos a flor de piel, me fui a dar de bruces con toda la parafernalia que organizan los norteamericanos en torno a esta fiesta.
Y aunque de nuestro viaje muchas y más interesantes son las cosas de las que habría que hablar (y se hablarán), hoy os traigo un pequeño reportaje fotográfico del más original de los Halloweens.
De lo que no cabe la menor duda, y no seré yo quien venga a descubrirlo, es que en los Estados Unidos es una celebración con mucho peso, pues, lejos de ser una fiesta de una sola tarde, hasta donde hemos podido ver, los norteamericanos, ávidos de terror, empiezan a adornar las casas, las tiendas y los escaparates por lo menos dos semanas antes.
De paso por Colts Neck, en el estado de New Jersey, tuvimos que dar la vuelta para hacer una parada en un vivero que habíamos dejado atrás. Muy a mi pesar, sabía que no podría comprar nada, pero las fotos me las tenía que traer. Tenían calabazas por todos los lados. Más grandes, más pequeñas, con verrugas o alargadas... Y macetones de crisantemos de todos los colores... Para mi, desde luego, todo un espectáculo que no me podía perder. Pero, a pesar de todo lo perecedero, algo me tenía que llevar, así que compré una calabacita de cerámica a prueba de controles aéreos, que me traerá muy buenos recuerdos.
Como no, en los supermercados de las ciudades también se pueden encontrar calabazas. Aquí el que no decora es porque no quiere.
En nuestra ruta por el estado de New Jersey pudimos ver infinidad de viviendas unifamiliares con sus porches decorados de Halloween, pero el premio, sin duda, se lo llevaron estas dos viviendas del barrio de Queens en Nueva York.
En Manhattan, a falta de viviendas unifamiliares, la mayoría de los negocios también están decorados, ya sea con una pequeña calabaza en algún rincón o con verdaderos altares de otoño.
Junto a la Catedral de San Patricio en Nueva York, los grandes almacenes Saks Fifth Avenue me sorprendían con esta puesta en escena tan elegantemente espeluznante.
Sin duda, vivir Nueva York en vísperas de Halloween ha sido una pequeña anécdota en un viaje lleno de buenos momentos, de sorpresas y de contrastes, del que trataré de hablaros como bien se merece en otra entrada. Pero me apetecía mucho mostraros todas estas imágenes antes de que, con el paso de los días, se enfriara demasiado.
Sea como sea, las tradiciones hay que mantenerlas porque nos dan identidad, nos hacen sentir que pertenecemos a una "familia", y desde luego, los estadounidenses, elegantes en todo lo que hacen y orgullosos de su país, lo hacen como nadie.
Feliz día.otrodiaperfecto12@gmail.com
Ya somos muchos en el Facebook de Otro día Perfecto
¿Te apuntas?