Situada en el País Vasco, se trata de la capital de la provincia de Vizcaya, siendo la ciudad más poblada de la provincia, ten por seguro que encontrarás aquí un ambiente muy animado, sin ser una metrópolis asfixiante, ya que aquí los espacios verdes cobran gran importancia, como el parque Casilda Iturrizar, solo por nombrar uno de ellos, donde podrás apreciar una escultura del escultor Chillida o disfrutar actuaciones en el escenario que tienen para tal fin, también podrás descansar la vista con las vistas a la ría del Nervión y el Mar Cantábrico.
Para los amantes de la arquitectura, o simplemente los ávidos de bonitos edificios donde posar para una foto espectacular, aquí tendrá numerosas representaciones de diferentes estilos y épocas, desde la gótica Catedral de Santiago al diseño casi orgánico del museo Guggenheim, del que se afirma que no tiene ninguna superficie plana. Y como no solo de fotos y bonitas vistas disfrutamos, en sus edificios podremos gozar de muchos entretenimientos, escuchar a la Orquesta Sinfónica de Bilbao en el Palacio Euskalduna o deleitar la vista con la colección permanente del Museo de Bellas Artes de Bilbao, que cuenta por ejemplo con el último cuadro fechado y firmado que se conoce de Zurbarán, San Juan Bautista Niño.
Y ya que hemos maravillado nuestra vista y oído ¿por qué no hacer un regalo al gusto y al olfato? Ya hemos dicho que estábamos a orillas del Cantábrico ¿verdad? Pues deberías probar aunque sea, un día, los productos que nos ofrece, acérquese a un txoko y disfrute de un buen bacalao o un plato de angulas, como aquí en ningún sitio.
Una de las mejores recomendaciones que podemos hacer es que te pierdas por el centro de la ciudad y disfrutes de sus barras probando todo tipo de pinchos bien regados con un chacolí.
Como ve, una buena opción para un viaje en el que se podrá hacer mucho en una escapada de un fin de semana. Para economizar aún más el viaje, podemos alquilar un apartamento turístico, algo que podemos hacer fácilmente en un solo click, por ejemplo con un apartamento en Bilbao con vistas al Guggenheim alojándonos aquí ganaremos por un lado la opción de ahorrar en la comida, o quizás después de probar la gastronomía local, se anime a intentar emular a los cocineros de la zona, preparando algo con productos frescos comprados en la tierra. Igualmente ganaremos más tranquilidad que en otro tipo de alojamiento al tener mayor intimidad y comodidad que en una habitación de hotel, que siempre es de agradecer un sitio confortable para descansar y poder disfrutar con las pilas bien cargadas de nuestro viaje.