En Madrid, por ejemplo, si te encuentras con un amigo podrás oír: “Hola tronco, ¿cómo estás?”. Esa palabra que seguramente no habrás estudiado en un manual de lengua española se utiliza para nombrar a un conocido más bien cercano.
El equivalente en Andalucía es “Illo” que es el diminutivo del sustantivo “chiquillo”.
Existen, igualmente, apelativos para los niños. Por ejemplo, en Asturias en vez de decir niña se usa el apelativo “neña” mientras que en la Comunidad Valencia se empleará “tete” que es una deformación del valenciano “xiquet” y “xiqueta” (niño y niña).
Aprender y dominar este tipo de lenguage coloquial favorecerá tu integración en la región donde vives y te acercará a los lugareños.
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