Monseñor Julián Barrio se detuvo un par de metros antes de la Puerta Santa de la Catedral de Santiago de Compostela. Todavía ésta permanecía herméticamente cerrada. Delante de monseñor ya sólo le separaba de la puerta un enorme libro abierto sostenido por un joven eclesiástico.
En ese gran volumen se hallan escritas las “palabras mágicas” que bien pronunciadas en alto, a buen seguro abrirían las pesadas hojas de bronce.
–Abridme las puertas de la salvación– resonó la voz de monseñor ante aquel gran portón de bronce. Como si aquello no produjese el efecto buscado, empuñó un martillo de plata y madera golpeando con suavidad una de las hojas.
Dos golpes más de aquel martillo fueron necesarios, tras los cuales monseñor introdujo una enorme llave en la cerradura, giró la misma una vuelta completa y la gran hoja derecha de la Puerta Santa se abrió:
–Ésta es la puerta del Señor. Los vencedores entrarán por ella– resonó de nuevo en la plaza de Quintana. Nacía un nuevo Año Santo Jubilar para 2021 y ¡2022!
Historia del Año Santo Jacobeo
Es la primera vez en la historia de las peregrinaciones compostelanas que un año jubilar se venera durante dos años consecutivos.La Covid-19 tiene la culpa de esta prórroga que va a reducir significativamente las peregrinaciones hacia la tumba del Apóstol durante todo este 2021.
Por esta misma razón nos vamos hasta el 31 de diciembre de 2022, precisamente para dar la oportunidad de peregrinar a todos aquellos romeros que planearon su viaje para este año jubilar.
El primer Año Santo
Pero retrocedamos hasta comienzos del siglo XII después de Cristo, cuando un joven noble bautizado como Guido de Borgoña peregrinó a Compostela en pos de la tumba del Apóstol.A la postre esta aventura como peregrino de Don Guido, no terminó precisamente en la escalinata del templo donde se veneraban los restos de Santiago, ésta continúo durante todo su pontificado ya como papa Calixto II de Roma.
Buen conocedor de las tierras gallegas, sensible a las peregrinaciones jacobeas, en 1120 concedió a Santiago la llamada dignidad de Iglesia Metropolitana en detrimento de la de Mérida.
Sus buenas relaciones con el Reino de León y Galicia, condujo también en 1122 a la concesión de Año Santo Jacobeo para premiar las peregrinaciones compostelanas, que se celebraría cuando la festividad de Santiago Apóstol coincidiese con domingo.
Es decir, todos los años cuyo 25 de julio cayese en domingo se convertirían en Año Santo Jacobeo gracias a la bula papal proclamada por Don Guido.
Por lo tanto si hacemos bien el cálculo, el primer Año Jacobeo tras la concesión papal fue el 1126, temporada que abrió el Camino a cientos de jubileos hasta el pasado 31 de diciembre de 2020, cuando monseñor Julián Barrio martilleó por tres veces la Puerta Santa como símbolo del inicio del nuevo Año Santo Jacobeo.
El peregrino Don Guido
El hijo del Conde de Borgoña, aparte de viajero, peregrino y papa, fue uno de los grandes vertebradores del Camino de Santiago tal y como hoy nos ha sido legado.Creó el arzobispado de Santiago, reconociendo los restos encontrados por el ermitaño Pelayo en el bosque de Libredón como el sepulcro del Apóstol Santiago.
La primera guía oficial de viaje del Camino de Santiago se conoce también como Códice Calixtino, en honor al mismo Don Guido que hizo posible la consagración de la tumba del Apóstol Santiago.
Y como ya conocemos siendo papa romano, creo el Año Santo Compostelano en honor a Santiago Apóstol que posteriormente ratificó en 1179 el papa Alejandro III en su bula Regis aeterni.
El Año Santo Jacobeo del 2021
Este año toca Jacobeo porque el próximo 25 de julio cae en domingo. Pero, aparte de abrirse la Puerta Santa y poder descubrir el interior de la catedral de Santiago traspasando dicha entrada, ¿qué otras ventajas trae peregrinar en Año Santo Jacobeo?
Siendo fieles a la tradición peregrina, todas las ventajas derivadas del Jacobeo podríamos aunarlas en una sola palabra: indulgencia.
Sí, sé que suena a palabra en desuso, pero esto es exactamente lo que concede un Año Santo a sus seguidores.
Cuidado que no se te perdonan tus pecados, sencillamente la Iglesia te ofrece la suspensión de las penas temporales que tus pecados conllevan. Si además quieres que tus pecados sean perdonados, tendrás que pasar por el sacramento de la penitencia, esto es por la confesión.
Te podría parecer hoy en día baladí si las penas se redujeran a unas cuantas oraciones, pero antiguamente esas penas se redimían incluso mas allá del purgatorio. Merecía por tanto el esfuerzo por peregrinar al menos una vez en tu vida, so pena de pasar una eternidad en el temido infierno.
¿Hoy en día te merece la pena caminar en Año Santo para obtener la indulgencia?
Desventajas de un Año Santo en el siglo XXI
Desconozco el tamaño de tus pecados, tampoco las penas impuestas –o autoimpuestas– para enmendarlos, o si realmente el concepto de pecado formó alguna vez parte de tu espiritualidad, pero sí he experimentado que en Año Jacobeo el Camino discurre por senderos diferentes.
Es verdad que se multiplican los grupos religiosos, más fieles a las tradiciones religiosas que encumbraron al Camino de Santiago desde tiempos de Calixto II y Alejandro III.
También es cierto que se incrementan otros grupos con quizá menos fervor religioso, aunque con el denominador común del efecto llamada del Jacobeo.
Y por supuesto, existen aquellos peregrinos que prosiguen su marcha año tras año con independencia de dónde caiga el 25 de julio.
¿Demasiados peregrinos para conservar esos momentos únicos de soledad buscada que te regala el Camino?
¿Quizá se complique encontrar un sitio para dormir sin reserva previa?
¿Dónde está la aventura de un viaje mágico cuando la masa te tapa la misma senda del Camino?
La otra Puerta del Perdón
Existe otra puerta donde conseguir las indulgencias, también se la conoce como Puerta del Perdón y se ubica fuera de Galicia.Estoy hablando de la Iglesia de Santiago de Villafranca del Bierzo, al pie de la mítica subida del Cebreiro en el Camino Francés.
También obtuvo su bula papal a través de otro papa, Alejandro IV, y su apertura actualmente representa el acto simbólico del comienzo del Año Santo Jacobeo en Castilla y León.
Sin embargo no todos los peregrinos tienen acceso a tal indulgencia atravesando esta segunda puerta. Sólo aquéllos que peregrinando a Santiago encuentren enfermedad o sufran un accidente, imposibiltando por tanto su visita al sepulcro del Apóstol, obtendrán el beneficio de remisión de las penas de sus pecados.
Así que ya sabes, no se trata de un atajo, sino de una solución anticipada a las desgracias de las que todo peregrino huye.
Conclusión
Las tradiciones del Camino de Santiago son la esencia misma de un viaje único. Soy de las que voy con un libro de historia en la mochila como única guía de viaje.Conocer el detalle implica disfrutar con mayor intensidad tu Camino. Para ello necesitas algo de tiempo, y quizá un poco más de espacio.
Dentro de un Jacobeo me resulta complicado disfrutar de los detalles. Por eso renuncio a cualquier indulgencia presente o venidera, y reclamo mi derecho a cargar con mi pena hasta tierras más alejadas del mundanal ruido.
Aunque dada la prórroga de un año más, cabe la oportunidad de disfrutar de una peregrinación durante el 2021 mucho más tranquila de lo que se esperaba antes de la pandemia.
¡Ánimate! y ¡Buen Camino!
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