Carter es un huérfano cuidado por su tío Astu, un estafador de poca monta del que está harto, hasta tal punto que decide fugarse. Lo que desconoce es que por casualidad (¿o magia?) después de fugarse encontrará un hogar lleno de magia.
Antes de empezar, no. No me importa que sea un libro infantil, al ver quién era el escritor y su temática me lanzé a comprarlo ¡Y no me arrepiento de nada!
Una vez de haber aclarado esto volveré a redactar seriamente.
Aunque se trate de un libro infantil (como ya habré dicho otras veces) merece la pena ser leído independientemente de la edad. Todavía hay tiempo y más cantidad de aprendizajes que nos aguarda la vida, a pesar de esconderse en un sencillo libro para niños.
Debo admitir que el final es un poco previsible, pero no me importó. Además de las ilustraciones que incorpora dicho libro, por lo que, da pistas. Pero me siguió pareciendo interesante por ver cómo acababa y qué sería del prota al acabar el asunto que tenía que resolver.
Por otro lado, también incluye sencillos trucos de magia (muy adorables) con sus ilustraciones y pasos detallados. Además de mensajes ocultos.
Sé que no aparenta ser de mi edad, pero a veces es bueno volver a sentir la magia de la niñez aunque se trate de un rato.
No sé si alguna vez os pasa, pero está bien rememorar recuerdos o volver a sentirse pequeño otra vez, al menos yo me siento bien haciéndolo de vez en cuando. No me acuerdo bien quién lo decía, pero recuerdo que decía algo similar: La madurez no se mide por hacer tonterías o no hacerlas sino, en a pesar de hacerlas ser consciente de tu deber.
No hace falta decir a qué tipo de persona se lo recomendaría, ¿no?
↪Ratoncita
La magia puede significar cosas distintas para personas distintas. Para algunos, es sacar un conejo de un sombrero de copa o partir a una persona por la mitad y entonces (con suerte) volver a pegarla. Para otros, la magia es un frío día de otoño o el tierno abrazo de un ser querido.
-No quería venderte nada, Carter. Todo lo contrario, simplemente reconocí a una alma gemela y compartí algo contigo que te hizo sonreír. Eso no es ningún crimen, ¿me equivoco?
-Se equivoca-murmuró Carter-Yo soy un... un...-intentó recordar la palabra que había usado Bosso la noche anterior.-Un marginado.
-¿Y no somos todos marginados de una forma u otra?