60. First dates: edición Seattle (Capítulo 6: segundo asalto)


“True love will find you in the end

This is a promise with a catch

Only if youre looking can it find you

Cause true love is searching too

But how can it recognize you

Unless you step out into the light?

Dont be sad I know you will

But dont give up until

True love finds you in the end.”

Daniel Johnston, True love will find you in the end

Continuando con la serie acerca de los líos en Ciudad Esmeralda, aquí tenéis el Capítulo 6. Si os perdisteis las anteriores, podéis consultarlos en el índice del blog.

16 de septiembre, 6 de la tarde

Ya estoy de vuelta en Ciudad Esmeralda, como siempre, mi escapada a casa ha sido genial pero frenética, y se ha pasado en un suspiro. Me da pena pero me consuelo pensando en que vuelvo al fresquito, a la ausencia de mosquitos, a la tranquilidad de mi piso y a los bosques enormes y preciosos, no está tan mal.

Es sábado por la tarde, tras dos días aquí ya he deshecho la maleta, limpiado, comprado y realizado varias gestiones, así que: ¿qué mejor plan para vencer el jet-lag que pasar una tarde perezosa actualizando el perfil online y volviendo al ruedo? Espero que sea diferente ahora que ya tengo un mes de experiencia y estoy más descansada. Me da pereza pero a quien algo quiere, algo le cuesta. Me haría mucha ilusión que me hubiese escrito G, a ver qué pasa. Vamos allá. Ay, me da vértigo y pereza… Supongo que ser así de pava es marca de la casa.

94 mensajes sin leer (4 nuevos del tiempo que he estado fuera), 1945 “me gusta” a mi perfil. Parece que hay a quien he dejado de “gustarle” jajaja, o se han quitado la app. Uhh, ¡G me ha contestado! Que se le había pasado contestar porque estaba de viaje, que está deseando conocerme en persona, jujuju.

También me ha escrito el que va a ser el chico I, ¿de i…nteresante? Jo, se va poniendo difícil esto de las letras, miedo me da ver que la K está cerca. A lo que iba: I es un yogurín de 25 años con una cara adorable y un 97% de compatibilidad conmigo. Me escribió justo el día que me iba, me hizo ilusión pero tuve que decirle que por qué no hablábamos a la vuelta si aún estaba por aquí (otro chico que me escribió ya no está, por ejemplo). Me encanta cómo se describe, que también tiene sentido del humor, que habla un poco de español y que parece que tiene buen corazón. Dice que es de una ciudad pequeña y ha ido a la universidad, es programador informático y le encanta viajar, todo muy interesante. Ah, es pelirrojo jajaja, nunca he besado a uno y no me importaría que este fuera el primero. Me escribió el miércoles y me dijo: “¡Espero que lo estés pasando bien en España! Espero que esto no suene raro, pero estoy deseando tener noticias tuyas pronto :)” Qué mono… le he dicho que ya estoy de vuelta, que para nada, que me ha encantado su mensaje. De momento no voy a hablarle a nadie más… a ver qué pasa con estos dos. A H (el bailongo) no me apetece volver a verlo, así que si no me dice nada, tampoco lo haré yo, y E (el soplador de vidrio) no contestó lo último que le puse en agosto, así que listo, dos menos por los que preocuparse.

17 de septiembre

2000 “me gusta” al perfil. Nunca la vuelta al cole fue tan divertida. El jet lag me dejo KO anoche, así que me he despertado con un mensaje de I. Qué mono es este chico, me parece muy inocente… Su plan para hoy es hacer sidra casera (de esa que no lleva alcohol, pero se le echan especias y se puede tomar caliente en invierno). Parece que el chico ha viajado y le interesan las cosas culturales… y el heavy metal. Si esto va bien, creo que no me aburriré. Bueno, pues ya hemos dicho de quedar… seguramente hacia el fin de semana, porque a saber la semanita de trabajo que me espera y no quiero marear al pobre. Se ha criado en una isla, lo cual me resulta bastante exótico, quiero conocer más de cerca ese estilo de vida. Me voy a dar un paseo, Ciudad Esmeralda me espera.

18 de septiembre, 8 de la tarde

Ayer le di mi número a I. Llevo desde las 4 con mensajitos con él, parece que tengo 15 años y eso me encanta. Me saludó a media mañana y hemos hablado un poco de todo… al cambiar de móvil ahora sí que puedo recibir fotos por SMS (con el de antes no podía), así que se abren nuevas posibilidades de comunicación. Me ha enviado una foto de ayer haciendo sidra (me reitero: es adorable), y yo le he enviado una del perfil de la ciudad desde uno de mis parques preferidos. Dice que le encantan esas fotos. Y mi sentido del humor, que soy muy graciosa (puntazo para mí, hacer reír a hombres por mensaje y en inglés). Me ha preguntado que si me puede llamar Dra. Dorothy… en fin.

No sé cómo, nos hemos puesto a hablar de música y le he terminado haciendo una lista de reproducción de Spotify con mis canciones de rock duro preferidas de grupos españoles (porque quiere practicar su español). Le ha flipado. Dice que nunca nadie le había hecho una… a mi desde la época en la que se grababan cintas de casete con éxitos de la radio, tampoco (el yogurín ni sabrá lo que es eso, ay). Me está dando muy buena impresión, estoy muy cómoda, más que con ninguno hasta ahora. Espero que no sea un espejismo y el viernes vaya bien… y si no hay atracción creo que podría ser un amigo genial.

G me escribió anoche pero lo he visto hoy. Que si me apetece quedar e intercambiamos historias. Le he propuesto quedar el sábado… se me acumula el trabajo. A ver qué pasa con este, desde luego son estilos opuestos, uno 6 años menor que yo, otro 6 años mayor.

Anoche empecé a ver Sexo en NY, desde el principio. Me sorprendió mucho… resulta que me siento bastante identificada con las aventuras y desventuras de esas 4 solteras de Manhattan. Lo cual en cierto modo es triste, la primera temporada se rodó en el 98, hace casi 20 años. ¿No hemos avanzado nada? Sigue habiendo gente desesperada por casarse a toda costa sin importar con quién, miradas de lástima o envidia al decir que estás soltera a los 30, personas a las que les parece mal que las mujeres hagan lo que les dé la gana… en fin. Ni mi piso es tan fantabuloso, ni me gastaría en la vida tanto dinero en unos tacones, ni me pagan por escribir, por lo demás de verdad que creo que esa ficción está más cerca de mi vida real de lo que hubiera podido suponer… lo que me hace pensar que hay mucho de verdad en las historias, que seguramente las guionistas o la autora de la novela en la que se basa la serie se habrán inspirado en su vida. Por favor, si en un momento dado Carrie mirando a cámara dice “bueno, vamos a hacer un experimento con este tío, todo sea por investigar para la columna” ¿os suena de algo? En resumen, que desde dentro no es tan glamuroso ni es nada del otro mundo, es cierto que hay momentos de mirar a los rascacielos por la ventana mientras te paseas descalza y en camisón por el suelo de parqué, sonriendo porque algún chiqui te ha dicho una tontería… pero hay mucho curro, mucha morralla, mucho echarle paciencia y mucho echarle valor. Me voy a por otro capítulo, este va sobre salir con chicos en la veintena cuando tú tienes 30… ¿será posible? En fin, seguiremos informando.

21 de septiembre, 11.30 de la noche

Estoy nerviosa. Mañana conozco a I, es la primera vez que quedo con un chico con el que de verdad he conectado, la primera vez que siento que tengo “algo que perder”. Es lindísimo, hemos ido hablando todos los días por mensaje y cada vez veo más cosas que tenemos en común. Creo que irá bien, aunque estoy en plan adolescente con la ropa: en los dos últimos días se me han roto dos pantalones que pensaba ponerme y la camiseta que había pensado elegir se ha quedado en mi casa de España… fui el otro día a comprarme algo pero no vi nada interesante. Crisis de moda total, jajaja, pero algo tenía que pasarme para que la cosa se pusiera interesante. Tras arreglarme las uñas y ponerme una mascarilla, me voy a la cama pronto para tener buena cara mañana. Qué curiosidad… ¿qué pasará? De verdad que espero poder contaros algo jugoso y no decepcionante.

Con G voy a quedar sábado o domingo, el día que mejor tiempo haga. Aunque hoy es el último día de verano, aquí ya ha entrado el otoño con todas las de la ley: lluvia, frío, hojas por el suelo y árboles que empiezan a teñirse de naranja. Vamos a ir a un parque con muy buena pinta que tiene cascadas y todo… si vamos a hacer senderismo supongo que no tendré que preocuparme por la ropa con este. Si hace malo iremos a un museo. Me estoy reilusionando con G también, no recordaba lo culto y lo bien hecho que era, creo que podría aprender un montón de él… ay madre, como vaya bien de verdad con los dos, me voy a meter en un lío para el que tampoco estaba preparada.

22 de septiembre, 11 de la noche

Se me han perdido las gafas. Puede parecer lo más normal del mundo pero en 15 años que llevo utilizándolas no me había pasado nunca, ni siquiera me las he dejado olvidadas ni una sola vez y ¿cuándo tenía que pasar? pues hoy precisamente que tenía que conocer a un chico nuevo. En cierto modo lo he agradecido ya que iba nerviosilla y esto me ha hecho centrar la atención en el asunto de las gafas. Se lo he dicho a I y me ha dicho que no me preocupe, que lo iba a reconocer seguro. Al final he llegado yo primero y me he sentado a esperarlo, él ha llegado enseguida y nos hemos abrazado.

La conversación ha fluido genial, hemos estado juntos casi 5 horas pero a mí se me ha pasado en un suspiro. Me ha encantado, es mucho más guapo en persona. De hecho no paraba de mirarlo para intentar buscarle algo que no me pareciera atractivo (estaba con esa sensación de “demasiado bonito para ser verdad”) y no lo he encontrado. Parece que tiene más años de su edad... me esperaba un niñato pero es un hombre hecho y derecho (y muy alto, por cierto… yo creo que en esta app hacen como en las montañas rusas: si los chicos no llegan a 1.80 no les dejan hacerse la cuenta). Tenemos muchas cosas en común, también le gusta escribir, es un payaso y resulta que se está dejando el pelo largo para donarlo a las personas con cáncer (nunca había salido con un chico con el pelo más lago que yo, me hace ilusión). No sé si se puede ser más adorable... Durante la cena (muy sana, por cierto, pero con sidra) ha estado muy atento sirviéndome agua cuando se me terminaba. Después de cenar hemos ido a dar un paseo. Ha habido un momento en el que nos hemos medio cogido de la mano porque le estaba diciendo que tenía frío y han saltado chispas, luego nos hemos tomado un helado y hemos hablado de un montón de cosas, incluido que su abuelo era de la CIA y que su hermano tiene un doctorado sobre los hombres lobo en la mitología celta. Me recuerda un montón a mí... salvo porque no le gusta bailar ni el chocolate. Quizás podría decir que esos son los únicos “defectos” que he podido encontrarle y, francamente, tampoco es que me importen demasiado.

Finalmente hemos vuelto andando a casa (vive cerca, punto muy positivo), me ha acompañado porque la mía le pillaba de camino y de vuelta ha pasado una de esas cosas que ya me estaban faltando para que esto se considere una de mis historias. Yo pensaba que lo de las gafas iba a ser el incidente del día pero no, me equivocaba… aunque por una vez la que se ha hecho un “Bridget Jones” no he sido yo, sino él. Estábamos casi llegando y ha pisado una mierda de perro. De repente dice: “Ah no, es una hoja”. Se la ha intentado quitar con la mano y en ese momento ha descubierto que sí, que era una mierda de perro… lo peor es que no teníamos pañuelos de papel. Le he pedido uno a una mujer que iba por la calle, pero nada. Al final he encontrado un pañuelo arrugado que tenía en el bolsillo y el pobre lo ha usado para limpiarse. Se me ha ocurrido que podíamos entrar en las urgencias de algún hospital cercano y coger gel de alcohol desinfectante de manos para que pudiera limpiarse. Hemos probado y estaba cerrado por ser tan tarde… así que he decidido subir a mi piso y bajarle un poco. Se ha quedado esperando en el portal y se lo he llevado.

La verdad es que ha sido una situación un poco extraña, no quería que subiera porque como he salido corriendo después del trabajo tenía toda la ropa por medio y él me ha dicho que de todas maneras no quería subir para dejarme todo el piso lleno de caca. Qué lástima me ha dado el pobre… después de eso nos hemos despedido con otro abrazo. Me ha dicho que se lo ha pasado muy bien y yo le he dicho que esperaba verlo otra vez. Me ha dicho que claro, se ha ido a casa y cuando ha llegado me ha mandado un mensaje diciéndome que ya estaba en casa y que buenas noches. Le he contestado que buenas noches y que me alegra de haber comprobado que en persona es aún más divertido. No me ha contestado.

A ver qué pasa, voy a dejarle un poco de margen, porque no sé si es que se le cortó el rollo con lo de la caca de perro o no le he gustado como para nada más que para una cita… no me queda muy claro si quiere volver a verme o no. En fin, supongo que sí que ha quedado claro que yo sí le quiero volver a ver, así que la pelota está en su tejado. Al menos me ha demostrado que es posible conocer a chicos absolutamente geniales y que me encantan a través de esta app, algo es algo.

Por cierto, G y yo hemos confirmado para el domingo por la tarde. Espero que no me haga caminar mucho. Estoy cansadísima, en fin me voy a la cama.

23 de septiembre, 10 de la mañana

I me ha dado los buenos días. Me ha dicho que se alegra de que me haya parecido gracioso, que también le ha gustado conocerme en persona. Le he dicho que además de gracioso me ha parecido interesante, que se me ha olvidado hacerle un montón de preguntas que tenía sobre su isla… Me ha dicho que para eso está la próxima ocasión. O sea: quiere verme de nuevo. Ay, qué ilusión. Hemos seguido hablando de más cosas, a ver cómo va.

G y yo hemos quedado por donde él vive, en un parque mañana. A ver qué tal…

20.30 de la noche

Hoy me he quedado en casa tirada comiendo helado y viendo Sexo en Nueva York… la verdad es que a veces se agradece un descanso, por una vez está bien vivir esas historias a través de lo que cuentan otros, es muy cansado vivirlas de primera mano. Me da pereza incluso pensar qué me voy a poner mañana: ¿Qué se supone que se pone una cuando es una cita pero es de día y en un parque? Creo que optaré por vaqueros y camiseta, me pintaré un poco y listo.

En otro orden de cosas, estoy empezando a cuestionarme si es bueno dar tantos detalles en el blog acerca de los chicos… con los primeros no me importaba porque no me gustaban de verdad (madre mía, menos mal que no fue “bien” con ninguno, comparándolo con los dos de ahora, me doy cuenta de lo poco que me gustaban). Por ejemplo, I sabe español, no sé exactamente cuánto, pero si la cosa fuese bien, supongo que en algún momento tendría que contarle que escribo un blog. No sé, me pongo en su lugar y no sé la gracia que me haría enterarme de que casi 100 personas saben de mi incidente con la caca de perro. Aparte, se suponía que esto iba a haber sido una miniserie y vamos ya por el Capítulo 6. Sé que el blog va sobre mis experiencias en Ciudad Esmeralda, y actualmente estoy bastante centrada en esto pero de algún modo, sea como fuere, creo que debo ser fiel al propósito original y escribir sobre ello.

Ya está, he tomado una decisión: el Capítulo 7 será el último, puede que en unos meses publique alguna actualización recopilatoria pero eso es todo. El objetivo de sentirme cómoda escribiendo sobre chicos creo que queda más que cumplido.

11 de la noche

Una de las desventajas de conocer chicos en estas apps es que ellos también estarán haciendo lo mismo y, por tanto, las posibilidades de que conozcan a otra chica más mona que yo o que le haga más gracia son mucho mayores que si no lo estuvieran... eso me hace sentir algo más insegura o quizás tener más prisa por "cerrar" el trato que sea.

PD: No me puedo creer que mañana vaya a conocer a G por fin... estoy más nerviosa que ilusionada, la verdad. Aunque vaya mal pasará a la historia como el primer chico al que le escribí y el primero que me gustó de verdad.

24 de septiembre

Rara vez las cosas salen como uno las planea. Hoy por fin he conocido a G…

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Ay Soletes, todo lo que os cuente es poco… pero como aún queda tela, mejor lo dejamos para la semana que viene. Mientras escribo estas líneas no sé lo que pasará, lo que sí sé es que el próximo capítulo será mi último post sobre este tema. Ya pondré un mini resumen si termino con alguno... ya he expuesto bastante mi vida y es hora de hablar de otros temas, la idea del blog no era contaros mis amoríos y al final se ha alargado la cosa. De todas maneras, tampoco es que os haya dejado de contar cosas interesantes sobre Ciudad Esmeralda a costa esto. Entre las vacaciones, los papeleos correspondientes al cambio de trabajo y quedar con estos mozos, no he tenido tiempo de vivir nada más, así que un poco de paciencia, que el último capítulo está al caer.


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