Vuelve Operación Triunfo 2017, esta vez, el formato está presentado por Roberto Leal. Han pasado 16 años desde aquel mítico estreno en el que David Bisbal, David Bustamante y Rosa López emocionaron al público. Con la perspectiva de la distancia, ¿qué podemos aprender de OT?
1. La televisión no es sinónimo de éxito
Muchos jóvenes entran en concursos como OT y La Voz con una euforia propia de quien ha conseguido la mayor oportunidad para tener el éxito. Un éxito que en la mayoría de los casos se interpreta en términos de una carrera mediática, con discos y conciertos. La realidad es que observando la historia de muchos de los concursantes de OT y otros formatos por el estilo, esta experiencia va acompañada de olvido en muchos nombres propios.
Pero, además, muchos de estos jóvenes deberían ser más conscientes de que es posible vivir de la música sin ser un artista internacional. Muchas personas son realmente felices porque viven de su música aunque no sean tan conocidas a nivel mediático.
2. La competencia de talento es alta
Cuando una persona analiza sus capacidades a nivel individual, se observa desde una perspectiva que puede llevarle al ego. Por el contrario, cuando escucha a otros muchos compañeros que tienen un buen nivel, entonces, su ego adquiere una dimensión distinta. OT nos enseña que en el camino hacia nuestros sueños, no importa el sector profesional, competimos con otras muchas personas con capacidades brillantes.
3. El gusto es subjetivo
Más allá de las valoraciones del jurado en la primera gala de Operación Triunfo, un jurado en el que destaca la presencia de Mónica Naranjo o Manuel Martos, la realidad es que muchos usuarios de Twitter han mostrado su no conformidad con el criterio de los expertos. El gusto es totalmente subjetivo en la música.
4. La sociedad ha cambiado
Este es también uno de los puntos que podemos recordar a partir de Operación Triunfo. En aquel momento de la primera edición de OT, todavía no habían llegado las redes sociales. Y, sin duda, este nuevo contexto marca una mirada totalmente distinta ante el programa que puede ser comentado online por tantos espectadores. Ahora la sociedad es interactiva y OT también debe serlo.
5. Se valora la juventud en exceso
Muchos de los concursantes de la nueva edición de Operación Triunfo son muy jóvenes. ¿Acaso no hay otros concursantes con algo más de edad, algo más de formación y experiencia, que puedan sacar un mayor partido a la experiencia en la academia? Vivimos en una sociedad en la que se idealiza la juventud como un valor en sí mismo. Aunque también, a partir del propio OT, podemos recordar cuánto hemos crecido nosotros en este tiempo desde aquella primera edición. Una edición que seguramente no viviremos del mismo modo por eso mismo.
Muchas cosas han cambiado desde aquella primera edición de Operación Triunfo. Por ejemplo, un cambio de presentador o de director de academia. Esto también nos recuerda que nadie es insustituible porque la magia del formato permanece para los amantes de este género.
Foto – Roberto Leal/Instagram