Un postre: Roscón de Reyes
De sobra es conocida mi pasión por los roscones de reyes, y eso que yo soy de salado. Pero los roscones son mi perdición. Podría decir que es mi dulce preferido, junto con el croaissant relleno de nata. Por suerte y por desgracia, sólo los tenemos durante una época del año. Y después de rastrear todas las pastelerías y supermercados de Bilbao, hoy comeré mi último roscón hasta dentro de 10 meses. Mi salud lo agradecerá.
Un canción: Tú enemigo
Hay canciones que motivan, aunque su mensaje sea triste, duro, o por su simple ritmo. Y ésta es una de ellas.
Eso sí, yo este año lo tengo muy claro: al enemigo ni media. Ni media sonrisa, ni medio desprecio.
Un libro: La luz que no puedes ver
No sé qué me pasa en invierno, que me olvido de la lectura, o los libros se olvidan de mi. Este verano devoré un montón de libros y en octubre por fin llegó a mis manos “La luz que no puedes ver”, Premio Publitzer 2015. Y desde entonces ahí está en mi mesilla pidiéndome a gritos que lo lea.
Una frase: El fin de semana se inventó para hacer lo que te dé la real gana
No sé vosotras, pero yo acabo bastante saturada los viernes y al final por mucho que durante toda la semana me plantee descansar el finde, llega y me surgen mil cosas para hacer. Me niego.
Un hobby: aprender a jugar a padel
Hace unos días dije adiós a mis miedos, y después de dos años sin hacer grandes esfuerzos físicos por una operación, me lancé a jugar a padel. Más que jugar, fue una primera toma de contacto, un peloteo, unas nociones básicas. Pero me gustó, y no me voy a rendir.