Mika
Sinopsis:
Mayu Sugino es una oficinista rellenita a la que le encantan los dulces y que un buen día, comienza un romance con su compañero de trabajo, Ryo Fujii, quien esconde un secreto sorprendente: es un goloso.
Lógicamente, ella quiere lucir tipazo en bikini en el retiro que la empresa tiene programado en la playa, por lo que Ryo le propone un plan de dieta de lo más peculiar: el sexercicio, que no es otra cosa que tener sexo a montones para quemar grasa. ¡¡¿Probará Mayu este sistema tan estimulante?!
En realidad son tres historias muy cortitas, son monas pero van más de sexo que de amor. De hecho, no entiendo muy bien por qué pixelan los genitales si básicamente este libro (no sé si todos los del mismo género son iguales) consiste en inventar excusas para lucir escenas de sexo explícito. Por cierto, las tres exactamente iguales, se ven tetas, el chico le hace sexo oral y luego hay penetración, a la siguiente página ya se ha terminado todo.
El contexto es muy pobre, lo suficiente para... tiene todo el aspecto de libro pornográfico, en plan: ding, ding, el pizzero, vaya, se me han caído las bragas, bueno, pues vamos a follar. Y poco más. Solo que han tenido la dulzura de poner personajes amables que se quieren mucho, y el título hace referencia solo a la primera historia.
Me lo compré porque me llamó la atención pero si llego a saber el cachondeo que generó el librito, a lo mejor me gasto el precio en pizza. A ver, en realidad me ha gustado, me supo a poco pero me esperaba una sola historia mejor contada, con más detalle, mejor narrada, con algo más de argumento que la dieta del cucurucho.
Lo que no me ha gustado es que sale una chica completamente delgada y la hacen pasar por gorda. A ver, japos, podéis dibujar una gorda, yo poso si hace falta, también podemos ser sexys y atractivas, yo no, pero las hay muy bonitas y exuberantes. Y poco más. Es tan cortito que mi opinión también lo va a ser. No te gastes mucho dinero en él, si lo encuentras barato de segunda mano, dale, pero pagar los 7 euros que cuesta, pues no sé.
Fuente: este post proviene de Diario de una Chicka Lit, donde puedes consultar el contenido original.
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