Aun cuando se remonta a un pasado de más de 50 años, la insurgencia conocida localmente como el Rambuai (‘tierra turbulenta/perturbada’) sigue formando parte de las conversaciones cotidianas entre los Zo hnahthlak (pueblo Zo/Mizo) en Mizoram y sus alrededores. Como mencionó uno de mis encuestados, Pu Zaliana: “la memoria del Rambuai sigue siendo una realidad vivida, tanto que se ha convertido en una metáfora de la violencia, el miedo, la dominación, la diferencia, la separación y la resolución insatisfactoria de los problemas del pueblo Zo”. Rambuai se ha convertido en la expresión definitiva de Mizo para denotar los tiempos turbulentos o las historias inquietantes de la región. Es un Sernung – una cicatriz viviente.’ Los sufrimientos causados por las atrocidades del ejército, incluyendo violaciones, reagrupaciones de aldeas, la experiencia del bombardeo de Aizawl y la experiencia de huir a las junglas de Mizoram, siguen atormentando los recuerdos de Zo hnahthlak .
El bombardeo de Aizawl 1966: Olvidar y recordar
El recuerdo del bombardeo de Aizawl en 1966 y el incendio de la ciudad de la colina es intensamente disputado. Para una parte más sustancial del gobierno del Congreso y el control de la familia Gandhi en Nueva Delhi, el Centro negó que los bombardeos hubieran ocurrido. Lo que yo llamo Amnesia Deliberada se resume mejor en la declaración de la entonces Primera Ministra Indira Gandhi: “No hemos bombardeado Aizawl… hemos tirado raciones para el pueblo.”
La apatía de Nueva Delhi ante el bombardeo de Aizawl en 1966 puede interpretarse a través de la declaración del entonces Ministro del Interior Gulzarilal Nanda:
“Crush Them … An ram alawm kan duh, a mihringte chu sipai motor-in phur khawm vek ila, India state tinah sem darh vek ila, buaina chu a reh mai ang. ” (Aplástalos… nos interesa más el territorio, la gente puede ser acorralada en vehículos del ejército y descargada aleatoriamente en los diferentes estados de la India, el movimiento secesionista cesaría). (Traducciones Mía)
Mientras que la Delhi estaba en negación, el centro inmediato de la administración Guwahati, Assam, estaba igualmente en negación de que alguna vez ocurriera. La reunión de la identidad de Ahom y la hegemonía asamesa en los márgenes de estas tierras fronterizas desató una ola de descontento.
Pu Zaliana, como muchos otros que fueron testigos de los tiempos difíciles, culpa a los políticos de Assam por la miseria de Mizoram. Zaliana ( Entrevista personal , 2008) concluye con la ira:
“Los políticos de Assam tienen la culpa de haber intentado imponer la identidad de Ahom, y consideraron que la acción del ejército indio era una respuesta adecuada a la respuesta anti-Ahom que obtuvieron de las colinas de Mizo. Mizoram fue sellado, y las fuerzas armadas tuvieron un margen de maniobra para tomar la máxima acción.”
Los murmullos de los vientos a través del Bambú eran ininteligibles para el Vai , y la incapacidad de enviar una disculpa al Zo hnahthlak se convierte en un acto deliberado de olvido.
Las memorias colectivas intergeneracionales de Zo hnahthlak , por otro lado, ha conmemorado esta memoria a través de historias de Rambuai y ha hecho de la “memoria colectiva” su propósito viviente. El ‘recuerdo colectivo’ cada año en marzo trae a las calles murmullos exigiendo una ‘Disculpa’ del Gobierno de la India. El MZP (Mizo Zirlai Pawl), la YMA (Young Mizo Association), y otros grupos de vigilantes lloran y observan el ” Zoram Ni ” (Día del Zoram) – el día en que Aizawl fue bombardeado por las Fuerzas Armadas de la India o el ” Vai Sipai “.
El recuerdo incrustado del bombardeo de Aizawl en 1966 es evidente por el hecho de que, ya en 2019, sigue habiendo una fuerte protesta pública que exige una disculpa del Gobierno de la India y, en particular, del Partido del Congreso Nacional de la India por todas las atrocidades cometidas durante los tiempos difíciles por la CRPF, el ejército y la policía civil de la India en el curso de su estrategia de lucha contra la insurgencia.
¿Qué pasó en el Buai kum?
Como el Rambuai , el ‘ Buai kum ‘ (año problemático) es una referencia emic al año en que Aijal/Aizawl fue bombardeado e incendiado por el gobierno de Indira Gandhi en 1966. En ese trágico día, la ciudad de Aizawl en las colinas fue convertida en llamas y cenizas por cuatro aviones de combate de la FAI. Los residentes (Mizo, Gorkha y otros) se refugiaron en las junglas durante semanas y se escondieron durante un tiempo para evitar las atrocidades de las fuerzas indias. La vida después del bombardeo fue que los toques de queda, las incursiones se normalizaron como parte de la vida en Mizoram. El bombardeo de Aizawl despojó al municipio de sus pocas estructuras coloniales y asentamientos de paja, etc. El bombardeo de Aizawl siguió a un incendio provocado y al saqueo de las propiedades de los residentes locales y de Vai por las familias de los Rifles de Assam. Todo cambió después del ‘ Buai kum ‘ (Discusiones informales con un residente de Aijal/Aizawl, Seema Chhetri Chakraborty, 2008).
Pu Zaliana ( Entrevista personal , 2008) dijo: ‘ durante los tiempos de la insurgencia, nosotros (Zo/Mizo) estábamos atrasados, pero teníamos nuestro sentido de la humanidad intacto. El ejército indio había perdido su sentido de la humanidad; no diferenciaban entre la Fuerza Multinacional y los civiles inocentes”.
Memoria y disculpa: la continua exasperación, y el desplazamiento de la angustia
Después del Acuerdo de Paz de 1986 y la elevación a la categoría de estado en 1987, la memoria del Rambuai y Buai kum alimentó las imágenes de un ‘territorio traumatizado’ que había sido afectado por múltiples particiones a partir del ‘Reglamento de Chin Hills de 1896’. Los recuerdos del distanciamiento del Zofate/Zo hnahthlak (pueblo Zo/Mizo-Kuki-Chin) tras la pérdida de territorios a través de las fronteras de Myanmar, Bangladesh, y dentro de los estados vecinos de Tripura, Assam y Manipur alimentaban las inseguridades más masivas de asegurar el sagrado ‘territorio Zo’. La continua exasperación resultó en un desplazamiento de la angustia. Los Rifles de Assam se han convertido así en un prominente irritante público para la memoria colectiva Zo, y su reubicación desde el corazón de la ciudad de Aizawl a un sitio menos prominente encabezó la agenda del programa nacionalista Zo. Aunque el Batallón forma parte integral de la historia de Mizoram, consideraciones políticas ciertamente justifican su reubicación en un sitio menos intrusivo, incluso a algún costo. Muchos consideran que todo el asunto de retirar los Rifles de Assam del corazón de la ciudad es trivial y que desvía la atención de otros temas evidentes como el ‘Síndrome de Aizawl’ que acecha a la ciudad. Una interesante línea de argumentación planteada por los encuestados fue que “la demanda de retirar los Rifles de Assam a ‘Zokhawsang’ (una zona en la periferia de la ciudad de Aizawl) podría proporcionar un posible ‘respiro’ para expandir la ciudad y resolver los problemas del crecimiento urbano apresurado”.
El sitio del Cuartel General del Batallón de Fusileros de Assam en Aizawl, el ‘ Buai kum 1966 ‘ se invirtió con una nueva semántica. El “recinto de Sipai (Sepoy)” se convirtió en un recordatorio constante de los años de contrainsurgencia y la acción represiva del Centro que es el “Vai “. Aunque los Rifles de Assam no fueron directamente responsables de toda la violencia durante la Insurgencia a lo largo del tiempo, ha sido objetivada como la fuente de dolor en la memoria pública. El recinto de Assam Rifles (recinto AR) se convirtió así en el constante irritante público y el espacio del “otro” que está protegido o sellado con un límite que se vuelve inaccesible y en gran medida innavegable para los nativos y las agencias del Nexo del Patriarcado . La retirada de los Rifles de Assam del centro de la ciudad de Aizawl se interpreta así como la solución final para saciar el ‘Sernung’ (cicatriz viviente) de la memoria pública.
El proyecto de quitar los Rifles de Assam o el ‘Sipai’ entró en las narrativas del discurso nacionalista e interpretado como el triunfo del nacionalismo Zo/Mizo sobre el ‘otro’. Todo el proyecto es un esfuerzo público para reducir el ‘Otro’ a su tamaño y mostrar al ‘Vai’ su espacio en Mizoram. El sitio del Cuartel General de los Fusileros de Assam es seleccionado como el campo de batalla final donde el ‘Vai’ y el ‘Zo/ Mizo mi leh sa’ , ‘Zo hnahthlak’ disputan su dominio espacial. Esta estrategia, de una tradición selectiva de nacionalismo, es la clave para la consolidación de la idea de estado y es producida por las instituciones y el personal del sistema estatal. Esta tradición es crítica para la construcción de la hegemonía de los agentes e instituciones del sistema estatal. La producción de una tradición selectiva por parte del sistema estatal es un proceso hegemónico poderoso y vulnerable. Una tradición selectiva hegemónica siempre se ve desafiada por tradiciones alternativas y opuestas que disputan las articulaciones dominantes del espacio, el tiempo y la sustancia, e incluso pueden cuestionar la identidad entre nación y estado.
La Memoria Social Colectiva es, en efecto, la fuerza motriz de todas las narraciones de identidad, nacionales o no, de desplazamiento o movimiento, tanto en los buenos como en los malos tiempos. El enfoque de la memoria colectiva interpreta que la historia entra en la vida social a través de la forma en que los individuos, las organizaciones y los estados interpretan, recuerdan y conmemoran un pasado particular. La mayoría acepta que los “hechos” de la historia requieren interpretación, y pocos argumentarían que los “hechos” de la historia están determinados sólo por las necesidades del presente. La realidad obstinada del pasado y las interpretaciones del presente crean una memoria colectiva.
Los recuerdos son objetos que salen inesperadamente de la mente, vinculando el presente con el pasado. A partir de los relatos del pasado, es posible comprender cómo las personas o los individuos perciben su victimización y en qué medida entra en conflicto con la identidad “impuesta” a ellos o la identidad que aceptan para sí mismos. Se argumenta que “una memoria traumatizada tiene una estructura narrativa que funciona sobre un principio opuesto al de cualquier narrativa histórica”. Una narración siempre está relacionada con un sentido del yo y se cuenta desde la perspectiva de otra persona, y en este sentido, las narraciones se concentran en eventos particulares en un espacio y tiempo determinados. En otras palabras, “la memoria comienza donde la historia termina”.
“Sorry seems to be the hardest word” (Elton John, ‘ Blue Moves ‘1976)
La experiencia del despliegue del FAI en 1966 en el “perturbado” Distrito de Mizo Hills y las consecuencias deberían ser una lección para lidiar con el descontento de los ciudadanos en una democracia. Sin embargo, como en los últimos 54 años, los murmullos de la memoria colectiva del Zo hnahthlak difícilmente resonarían más allá de la región. Las protestas y las vigilias a la luz de las velas que marcan la acción colectiva contemporánea en las calles y los campus, así como el “Andolán en línea” en todo el sur de Asia, se abstendrán de condenar a los culpables. Pocos periódicos regionales del nordeste podrían dar la “noticia” mientras que los medios de comunicación nacionales permanecerían en el olvido, y los partidos políticos de todo el espectro ideológico de Nueva Delhi mantendrían un silencio estoico y no ofrecerían ninguna disculpa por el incidente ocurrido los días 4 y 5 de marzo de 1966. Hasta que una disculpa significativa fluya desde Nueva Delhi, el ‘ Buai kum Sernung’ continuaría circulando a través de una memoria social colectiva del Rambuai y el Buai kum entre los Zofate/Zo hnahthlak.
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