“De forma individual podemos hacer grandes cosas, de manera colectiva realizaremos lo inimaginable”
La cuestión es cómo organizar a todo un equipo independientemente de su manera de trabajar. Teniendo en cuenta esta diversidad y dentro de un marco de respeto, sin lugar a dudas el trabajo en equipo puede encontrar diferentes ventajas como algunas de las que detallo a continuación:
1- Fomenta la creatividad y el aprendizaje.
Lejos de trabajar de una manera egocéntrica, al trabajar en equipo se comparten y se estimulan ideas. Además gracias a la escucha conseguimos aprender del resto de aportaciones y puntos de vista.
2- Permite unificar los puntos fuertes de los individuos.
Todos los talentos sumados forman un activo y un conocimiento mayor que bien organizados serán como una sinfonía interpretada por una orquesta.
3- Baja el nivel de estrés.
El trabajo individual conlleva una mayor carga de estrés dado que asume toda la responsabilidad. Sin embargo, al trabajar en equipo las tareas se distribuyen y con ello las responsabilidades.
4- Favorece el desempeño.
Cada persona tiene unos puntos fuertes naturales o adquiridos que se ponen a disposición del resto, evitando dispersarse o asumir otras tareas que no se dominan. Todos ganan.
5- Mejora la eficacia y la productividad.
Todos estos puntos sumados se traducen en mayor eficacia y productividad, cada miembro estará más motivado para realizar la función que más domina por un fin común y en beneficio de todos.
No obstante, para conseguir que la orquesta suene en armonía creo que gran parte de las veces hará falta sacudirse el ego y valorar las responsabilidades de cada miembro para conseguir un objetivo final.
Me planteo muchas veces si esta tendencia se está dando en las grandes corporaciones es porque es bien sabido, conocido y demostrado ¿Os imagináis lo que conseguiríamos si trasladáramos esto a nivel global, político y humano? Yo sí, pero eso es otra historia que digna de hablar en otro artículo.