En este caso, en concreto, en forma de carta náutica. Tuve la suerte de mandar durante dos años uno de los buques científicos de la Armada, el CASTOR, allá por los finales de los 90, y entre los trabajos que hicimos, se encuentra esta carta náutica, que comprende Altea - Calpe y que nos llevó un par de meses hacerla y que incluso en la leyenda que lleva impresa consta "realizada por el buque científico CASTOR" . Qué buenos recuerdos de aquellos tiempos, de aquella gente que me acompañaba.
Así, que entre mis obras, ya no se cuentan sólo novelas, canciones, recetas de cocina y quinielas varias, sino también cartas náuticas. Una carta náutica, hecha por toda la dotación, porque allí destacaba el trabajo de los hidrógrafos, pero todos cooperaban. Eso sí que era trabajo en equipo. Qué barbaridad, que prolífico que es uno. Lástima que gane pocos eurillos con todo lo que hago.
¿Me gustó mandar un barco? Sí, dese luego que me alegro de haberlo mandado, inolvidable, diría yo, pero...me gustaba ser más segundo comandante. Más cortar el "bacalao", más contacto con la gente, menos responsabilidad, porque todo sea dicho, la responsabilidad no me termina de gustar. Afortunadamente, hay marinos a los que sí les gusta y si no estaríamos apañados. Se me ocurre, que la forma de escoger a los mejores de ellos, para ejercer el mando, tal vez no sea como hacen ahora, con unos informes anuales donde el superior informa y puntúa al inferior, y luego, estos informes, son los que se tienen en cuenta a la hora de ascensos, sino que a lo mejor, resolvíamos mejor el problema de la buena elección, con esta simple y única pregunta, pero...hecha a los subordinados. Es esta la pregunta que propongo:
¿Se iría con el superior que tiene a la guerra?.
Con tres posibles respuestas a elegir
SI - NO - NI DE COÑA.
No me cabe duda, habría sorpresas, pero se elegiría entonces a los mejores mandos y se ahorraría mucho tiempo poniendo notas varias en extensos informes. Bueno, esto es una idea. Yo me he hecho ahora la misma pregunta, la de ir a la guerra o no, aprovechando que hay elecciones y tenemos unos cuantos candidatos a elegir, y...me he aclarado: ya sé con los que ni de coña me iba a la guerra. Bueno, ni a tomar cañas. De los que quedan, me iría a tomar cañas con alguno y creo que a uno de ellos votaré y seguro que me equivocaré como siempre. Animo Santi, que ya quedan pocos días de campaña electoral. Pero volvamos a la mar...
Para finalizar mi periplo marinero de hoy, qué mejor que un poquito de historia naval, con este pequeño relato donde se narra que si nosotros tuvimos una Armada invencible, un año después tuvieron los ingleses y con todavía más daños otra Armada invencible. Su Armada invencible de la que poco o nada se habló. Hablamos de miles de muertos, pero de ellos, ya digo, que no se habla ENLACE
Así que dejemos los barcos por hoy, que yo ahora me dedico a cantar y así os cuento que comencé el miércoles la grabación de mi disco con mi amigo kike Baptista como técnico de sonido y músico. Fantástico. Grabamos una canción, "Mira que yo me creía" o más conocida como "Amar a los 50 años", y lo hicimos entre risas, música y pastitas de chocolate en compañía de Concha. Tardaremos unos cuantos meses, pero el comienzo ha sido bueno, y eso que mi voz...necesita mejorar. No, no soy Freddy Mercury del que hacen tan buenas pelis.
Y antes de despedirme dos cosas: Bievenida Juana a la vida. Qué mona es, y felicidades Juan Pablo y Sara por el nacimiento y la segunda: os dejo una entrevista a mi hermano Pedro, prior de la Cartuja de Miraflores. Encantado de ser su hermano.
Entrevista
Buen finde, y que gane vuestro partido el domingo. Yo gano de todas todas ese día, porque estaré viendo a Mark knoppler. ¡Qué ganas de escuchar el concierto!
Besos y abrazotes