Hombre tocando el hang
El hang, que significa mano en bernés, está compuesto de un metal especial construido con alto contenido de nitrógeno. Su cara superior, llamada ding, posee nueve tonos musicales distintos, ocho en las hendiduras de alrededor y uno más bajo al centro. La cara inferior llamada cu amplifica el sonido generado dentro del hang. Para tocarlo solo se utilizan los dedos y las palmas, lo que permite generar una gran cantidad de sonidos relevantes.
Tiene forma de platillo volante
Tras su aparición comenzaron a elaborarse instrumentos alternativos como el Bells en España, el Spacedrum en Francia, el Halo en Estados Unidos o el Bali Steel Pan en Indonesia. Aunque son muy similares están hechos de otros materiales.
El hang solo se fabricaba en Suiza y a mano por artesanos especializados, digo se fabricaba porque PANArt ya no los hace. El taller de Rohner y Schärer se vio completamente desbordado. En 2006 decidieron comercializarlo ellos dejando a un lado la venta en tiendas musicales. Aquel que quisiera un hang debía, además, escribirles una carta explicando sus motivos y ellos decidían si lo merecían o no.
Sabina Schärer, una de las creadoras del instrumento Les ofrecían cantidades ingentes de dinero para conseguirlo. Su precio original arrancó en 2.000 francos suizos (1.827 euros) y aumentó hasta los 2.400 (2.192 euros). Aturdidos ante tal avalancha de pedidos fabricaron 7.000 hangs, una enorme suma de instrumentos.
En el tablón digital de Mil Anuncios los venden desde 99 euros, pero fíate tú de su autenticidad. Hoy me despido con este fantástico sonido envolvente. Espero que te guste. Puedes ver y escuchar más vídeos en YouTube.