Hoy escribo una entrada un tanto especial, no suelo hablar en Amakuyi de decoración pero en mi afán de compartir con vosotros lugares, momentos, detalles bonitos....esta entrada era obligada.
Ya os conté por aquí que uno de mis propósitos para este año (que por cierto, casi nos hemos zampado la mitad! Madre mía como corre la vida!) era compartir más momentos con mis amigas ya que significan siempre charlas interminables, risas y como recordaba una de ellas hace unos días...esa sensación de comernos el mundo y de que juntas nos sobra todo.
También os chivé el otro día que tenía una escapada pendiente con ellas con la disculpa de cumplir los 40!.
Esos días por fin llegaron aunque como suele ocurrir siempre....también pasaron muy muy rápido (menos mal que disfruto muchísimo de los preparativos y así me saben un poco más) y hoy os los voy a contar.
Antes de montarme en el avión tenía en mente redactar una entrada de nuestra escapada a Amsterdam, intercalando fotos de esta preciosa ciudad pero...
cuando llegamos al hostal, mi idea se fue al garete y esta entrada dedicada a la ciudad de los canales tendrá que esperar porque la de hoy se la dedico exclusiva e íntegramente al increíble lugar donde nos alejamos las 12 durante los cuatro días que duró nuestro viaje.
Si os enseño la foto de la entrada quizá alguno pueda adivinar que el hostal no siempre fue eso sino que cumplía otra función.
Pues sí, así es...era la antigua facultad de zoología y en su interior hay estancias o detalles que siguen manteniendo ese sabor, como el auditorio convertido en bar que me robó el corazón automáticamente y su iluminación creada con instrumentos de laboratorio sacada directamente de una revista de decoración!
El Hostal, además de diferentes zonas y ambientes para estar tranquilamente de charleta, leyendo o tomando una cervecita en donde los sofás y butacas son tan chulas que tienen nombre propio...
tiene una increíble terraza chiquitina pero con vistas espectaculares al parque que rodea el edificio
La antigua biblioteca también se conserva como estaba hace años aunque con un acertadísimo lavado de cara
Los dos ascensores grafiteados facilitan la llegada a los pisos decorados con divertidos murales
que es donde se sitúan las pequeñas habitaciones con literas y un baño, un poco del estilo de los coches cama (no saqué fotos de ellas..., qué pena, tendré que volver....;) y al sótano donde se encontraba los servicios de aire industrial, el comedor de los desayunos
Y más zonas de estar...
Me imagino que a estas alturas ya estaréis flipando con nuestro descubrimiento, os diré que me esforcé a tope para sacar las fotos sin que apareciera gente porque el hostal estaba a tope, llena de grupos de gente joven que disfrutaba como nosotras de un lugar de revista, inaugurado pocos días antes y a 10 minutos en tranvía del centro de la ciudad.
No os quiero aburrir, pero saqué miles de fotos de rincones,detalles, suelos...porque me enamoré locamente del lugar nada más llegar a la recepción.
Es el lugar más bonito en el que me he alojado. Súper moderno, diferente, cuidado hasta el mínimo detalle, acogedor....por eso me apetecía tanto compartirlo con vosotros.
Ha sido un viaje inolvidable, en el que ha salido todo a pedir de boca, pero eso....ya os lo contaré otro día. Hoy la entrada como habéis visto la dedico al Generator Hostel de Amsterdam un lugar al que recomiendo ir a echar un vistazo y tomar algo aunque no os hospedéis allí cuando visitéis esta ciudad.
Os dejo con esta canción de Amaral que me encanta y es perfecta como banda sonora para la entrada de hoy.
Son mis amigos. Amaral
Feliz Jueves!!
P.D: Esta entrada no está patrocinada, aunque lo pudiera parecer y no me importaría para nada...jejeje...la he escrito desde el más profundo enamoramiento. Volveré!! ;)