Los anfitriones, mis tíos, tienen una gran afición al vino y Ricardo tiene una bodega pequeña y muy bien cuidada. Todo el que quería verla estaba citado a las 12.30h para hacer el recorrido por los viñedos y bodega. Los niños se quedaron en la piscina al buen recaudo de sus tías.
Hasta ahora siempre había visto bodegas antiguas con mucho encanto, el sábado descubrí lo bonita que puede llegar a ser una moderna. Se llama “Pago Diana” y está en la Ribera baja del río Ter, en el Ampurdán. Tiene un blanco verdejo, un rosado tempranillo y tres tintos, tempranillo, Syrah, selección especial y merlot, cabernet sauvignon y tempranillo. Las etiquetas están diseñadas por él excepto una hecha por su hijo que es quien gestiona la bodega.
A la hora de comer estábamos todos reunidos. No hubo ninguna baja. Los de Madrid vinieron al completo y dio la casualidad que estaban también unos argentinos que han venido a pasar unos días a Barcelona. Así que no faltaron motivos para sacar guitarras y los que tienen voz, que no somos todos, cantasen e hiciesen bailar al resto.
Las mesas en el jardín ideales y la de los niños estrategicamente puesta a la sombra con menú fácil para ellos. Objetivo; que se alimenten y no den guerra.
El aperitivo buenísimo, las mejores anchoas y atún del norte, un buen embutido, fantástico jamoncito, aceitunas rellenas de anchoas, de las de verdad y un foie micuit buenísimo hecho por mi tía Ana que prometo daros la receta en cuanto lo haga. (En la foto, la pieza grade rectangular, bruta verdad?).
Dos paellas hechas por Rosita a cual mas buena, de carne una y de pescado la otra, ensalada que siempre ayuda en estos casos y los postres, unos buenos pinchos de fruta, un pastel de queso espectacular, de mi tía Ana donde Teresa sopló velas (receta del norte que también os daré). Y estando en el Ampurdán, no podía faltar un buen recuit con miel y mermeladas caseras, por supuesto!, que yo tengo el blog pero en esta casa hay mucho aficionado a la cocina.
No hace falta decir que vino no faltó en ningún momento del día. Pero como ya os he dicho, aburrida esta familia no lo es, así que de los postres al gin tonic, guitarras, cánticos y mucho bailoteo. Al cuerpo o le das gasolina o se para y eso no se podía permitir, así que marchando unos buenos quesos. Cual te gusta?, lo tienes, porque así son mis tíos.
Cuando a un entorno inmejorable le añades unos anfitriones de primera, pues pasa lo que pasó, que se hizo de noche y ahí seguíamos.
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