Cuando una mujer, en algunas tribus de África, sabe que está embarazada, va al bosque con algunas amigas y juntas oran y meditan hasta que pueden oír la canción del niño concebido.
Saben que cada alma tiene sus propias vibraciones y éstas expresan el sabor y la finalidad del nuevo niño. Cuando las mujeres sintonizan la melodía de la canción la entonan y la cantan en voz alta. Después vuelven a la tribu y se la enseñan a todos sus miembros.
Cuando el niño nace, la comunidad se reúne y le cantan su canción. Más tarde, cuando el niño comienza su educación, el pueblo se reúne y canta la canción del niño. Cuando pasa los ritos de iniciación a la vida adulta y cuando contrae matrimonio la persona oye su canción.
Finalmente cuando el alma va a dejar este mundo, la familia y el pueblo se reúnen por última vez alrededor de su cama y le cantan su canción.
En esta tribu africana hay otra ocasión en la que todos cantan al niño. Si a lo largo de su vida esta persona comete un crimen o un acto antisocial, el individuo es llamado al centro del pueblo y todos formando un gran círculo le cantan su canción.
La tribu reconoce que la corrección por la conducta antisocial no tiene que ser un castigo sino un acto de amor y el recordatorio de su identidad. Cuando uno reconoce su propia canción, no tiene deseo ni necesidad de hacer nada que perjudique a los otros. Tus amigos conocen tu canción y te la cantan cuando la has olvidado.
Los que te quieren no se dejan engañar por tus errores o por la imagen negativa que tienes de ti mismo. Recuerdan tu belleza cuando te sientes feo; tu inocencia cuando te sientes culpable y tu propósito cuando estás confundido.
No necesito una garantía firmada para saber que la sangre de mis venas es de la tierra y sopla en mi alma como el viento, refresca mi corazón como la lluvia y limpia mi mente como el humo del fuego sagrado.
TOLBA PHANEM
AÑO 2.007
En este precioso cuento escrito en el 2.007 por Tolba Phanem, se encierra mi deseo para vosotros en estos días de fiesta... Ojalá cada uno de vosotros tenga a su lado esa persona que le recuerde quién es cuando tiene un momento de bajón, cuando se equivoca, cuando sufre, cuando llora, cuando emprende una nueva aventura, cuando se arriesga, cuando ama, cuando comparte... cuando la vida le pone a prueba... Ojalá cada uno de vosotros sienta el calor de su tribu, en forma de amigos o familia... Ojalá nunca os sintáis solos en las grandes encrucijadas, en los acertijos a resolver en este camino que es la vida... Ojalá el sol brille en vuestros corazones cada día de estas fechas, pero también comenzado el nuevo año... Ojalá... Porque sólo así tendrá sentido decir: ¡¡¡Feliz Navidad!!!