En un mundo tan veloz, cada vez es más difícil encontrar a gente que disfrute con el lento y delicado proceso de montaje de un buen puzzle. Pero al estadounidense Tim Klein le fascina tanto el mundo de los rompecabezas que ha acabado por llevar su hobby hasta un extremo tan inesperado que lo ha convertido en arte. Klein, Tim. Iron Horse.
El mecanismo es sencillo, pero requiere de cuidadosa observación: Klein aprovecha que muchos fabricantes de puzzles utilizan los mismos esquemas de piezas en distintos productos para combinar varios rompecabezas entre sí, encontrando de paso realidades inesperadas ocultas en escenas aparentemente anodinas. Un tren con patas de caballo, un paisaje primaveral que se vuelve invernal de repente, una locomotora-tiranosaurio... Klein, Tim. Mountain Plantation.
El resultado oscila entre el surrealismo y el arte pop más desatado, asemejándose a una forma de collage que consigue reformular y convertir en arte las aburridas piezas de cualquier puzzle producido en masa que caiga en las manos de Klein. Aunque el artista vende varias de sus piezas en su web, ya os adelantamos que es muy difícil hacerse con una de ellas: se agotan enseguida y son obras únicas, que le llevan un buen tiempo de observación, prueba y ensamblaje. Klein, Tim. Daisy Bindi. Klein, Tim. Thaw (Warm Breath on a Winter Window). Klein, Tim. T rainosaurus Rex.
Tim Klein.