El acuario está dividido en algunos de los cinco ríos más importantes de los cinco continentes, por lo que nos muestran un poco de cada uno de ellos: Río Mekong, Nilo, Amazonas, Darling y Ebro.
Comenzamos la andadura por el río Nilo, uno de los animales que más llama la atención es el cocodrilo o peces tan raros como el gato con sus grandes bigotes. El siguiente río en visitar es el río Mekong donde destacan los dragones de agua.
Continuando con el recorrido llegamos a la zona del Amazonas, que aunque tiene unas instalaciones un poco viejas, es la zona más decorada como si fuera una selva, allí podemos ver varios tipos de tortugas y unos graciosos monos tití que encandilarán a los más pequeños de la casa, aunque no paran de moverse así que estad atentos para verlos saltar en su jaula. Para los amantes de los reptiles también podéis ver unas enormes anacondas, que pondrán la carne de gallina a más de uno.
El siguiente río es el Darling, para mí el más desconocido de todos, pero que cuenta con peces que llaman bastante la atención como el pez payaso. En esta zona también se puede observar la rana arborícola australiana, el dragón de agua y otro tipo de tortugas.
Como no podía ser de otra manera el recorrido termina con el río más emblemático de la ciudad: el Ebro. Lo que más llama la atención de este tramo y es una de las grandes atracciones del acuario son sus nutrias. Son preciosas y nosotros tuvimos la oportunidad de verlas jugando y fue toda una experiencia.