Turismo en Asturias: Parque de Invierno de Oviedo
Hola a todos y bienvenidos. ¿Qué tal empezáis la semana? Espero que genial.Hoy en realidad tocaría mi I´m currently loving pero tengo el último bastante reciente y hace tiempo que no hago un post de turismo así que dejamos el repaso mensual para la semana que viene. Y con muchas ganas e ilusión me he animado con un parque al que he ido y voy bastante. Y esta vez no está en Gijón, esta vez elijo Oviedo.
Ahora, sin más rollo, empezamos.
Los lectores habituales sabéis que cuando hago un post de turismo lo enfoco siempre desde mi experiencia, con mis recuerdos y bajo mi óptica, no solo aporto datos que podemos encontrar fácilmente, y hoy no podía ser menos.
El parque de invierno de Oviedo está situado al sur de la ciudad. Tiene cerca de 1000m2 y en su interior hay diversas dependencias como unas piscinas municipales o El palacio de los niños.
También tiene una pista de skate, que me encanta, y una quintana con su casina y su hórreo.
Si nos gusta caminar tenemos senderos y recovecos, puentes largos para atravesar e incluso un laberinto de laureles. Los túneles retumban con nuestros pasos, hay sorpresas melódicas mientras caminamos, y los puentes nos llevan a lugares mágicos que nos llevan a otros tiempos. Es muy fácil olvidarse que en realiad estamos en la ciudad.
Una de las cosas que más me gusta de este lugar es perder mi vista en la cordillera del Aramo, es espectacular. En verano, si vamos temprano, la luz es tan bonita que no sabría definirla, es una amalgama de colores que a veces me recuerda a una peli antigua o a un videoclip de los 60. Me visualizo con pantalones de campana, la melena al viento y haciendo un picnic mantel de cuadros y una nevera de estampados sesenteros tras aparcar mi vespa.
En invierno, con el Aramo nevado, es mágico, pero entonces me imagino otra época, quizás mi infancia, cuando iba a la nieve con anorack y pantalones de pana(mis hijos ni se imaginan lo que es eso, ellos tuvieron traje de nieve desde bebés y les suena prehistórico) y en lugar de trineo tenía un plástico y mi padre tiraba de él. Ahora en invierno la gente lleva ropa más adecuada y cuando nieva el paisaje se salpica de trineos de colores y risas infantiles.
La luz en invierno es distinta, no tiene esos matices del verano, pero también es luminosa y a la vez melancólica.
Si nos gusta hacer rutas impresionantes en este parque empieza una de mis preferias, la que termina en Fuso de la reina. Tiene 7´8 km de ida y otros tantos de vuelta. Yo siempre la he hecho en bici, la primera vez hace 15 años(mañana exactamente los hará) y la última hace un par de años.
El recorrido es impresionante, y podemos salir un poco e ir a la villa termal de Las Caldas(siempre hay algún famoso, jejeje). También hay túneles, viejas estaciones de tren, bosques encantados y muchos estímulos para la imaginación.
Tengo que confesar que aunque en teoría es una ruta sencilla a mí con la bici me parece dura, supongo que la bici no es mi fuerte y claro, comparada con mi marido e hijos, que suben puertos, el ciclismo no es lo mío. Pero es muy muy recomendable, y podemos terminar el día al aire libre.
Y volviendo al parque, si vais a la capital del Reino os lo recomiendo. Hay más parque bonitos en la ciudad, como El parque San Francisco, al que todos hemos ido muchas veces porque es un clásico,(he puesto fotos por aquí en muchas épocas distintas) o El Campillín o Montecerrao, todos son chulos, pero en este lugar podemos encontrar paz y relax, está en una zona urbana pero es como si pertenecese a otro lugar; siempre he pensado en una bola de nieve,es una escena diferente rodeada de otras vidas.
Es ideal para correr, pasear, sentarse a observar o incluso para escribir. Yo creo que las musas tienen por allí una pequeña guarida y si nos ven con ganas vienen a visitarnos.
La última vez que estuve era muy temprano y apenas había nadie así que no pudimos evitar usar los aparatos de gimnasia de los mayores, me encanta hacer un poco de ejercicio con ellos.
Y la verdad es que poco más puedo decir, simplemte si estáis por Oviedo lo recomiendo, es un pequeño remanso de paz dentro de la cuidad, un lugar para pasear, hablar, correr, perder la vista en las montañas o compartir un rato con nuestro perro. Hagamos lo que hagamos lo pasaremos bien.
Y hasta aquí el post, mil gracias por leerme y nos vemos el miércoles con el post de trucos.
Muy feliz lunes.