Te asustaste del vacío que había en ti,
y llegó la noche,
como dentro de todo suceso
no queda nada que llorar,
dispara a las cadenas, con tu nombre
ahoga los nervios, con felicidad
nota que se te abre la puerta
con el reflejo de tu carácter
sin cantos artificiales
y aunque te mates,
no mueras
no te acostumbres, a ser poesía
queda más de una palabra de cariño,
aunque esperes que no haya nada
los momentos de besar, son largos
y tu presencia, vale la pena
mires a la ventana que mires
tu solo nombre, te liberará.
--Fernando Aparicio--
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