Todo tiene un final

Con casi 400 entradas en el blog y más de miles de palabras escritas, hoy se me traban los dedos en el teclado y no me salen las palabras, porque resulta que empezar un blog es infinitamente más fácil que cerrarlo.

Desde un tiempo a estar parte he perdido la ilusión con la que hace 11 años me sentaba delante del ordenador a contaros todo aquello que me maravillaba de mis viajes, de mi Erasmus y de mis países de adopción.

Me hubiera gustado despedirme con las palabras perfectas, porque me parece que después de tantos años, tanto La libreta roja como vosotros sus lectores, así lo merecéis…

Pero por alguna razón, no me salen. Así que me despedido con un enorme gracias, a todos los que me habéis acompañado en esta aventura bloguera, a todas las personas que os he conocido a través de estas páginas, gracias por vuestros comentarios, vuestra paciencia y vuestros ánimos.

Ha llegado el momento de decir, al menos hasta luego. Como dicen los alemanes, todo tiene un final, sólo las salchichas tienen dos.

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Sólo me queda deciros adiós.

Siempre nos quedará Instagram, o lo que sea…