Tal día como hoy, la banda de los hermanos Allman darían su primer concierto como tal, hace 50 años. Sin que ellos lo llegasen a imaginar, se convertiría años después en un punto de inflexión sobre el nuevo folk americano. Duane y Gregg Allman fueron una familia muy unida en su vida privada y dentro de la banda, donde los dos nunca se vieron tocando en una formación sin la presencia del otro. Después de la muerte de Duane, el propio Gregg nunca llegó a superar su ausencia, de tal forma que no llegaría a hablar de su hermano delante de los medios de comunicación ni de ninguna persona hasta que editaron en el 1989 las memorias del grupo, bajo la caja de Dreams.
Dentro de un articulo que escribí para una web, en la que colaboré durante algún tiempo, y por el cual creo que nunca llegará a publicarse, hablo de cómo la banda de los hermanos Allman no fue un proyecto rápido de hacer, ni mucho menos un camino liso para que el sueño de unos músicos se hiciera realidad.
No me gustaría terminar este pequeño homenaje sin dejar de nombrar a todos los que hicieron este 50 aniversario un hecho por el cual nunca se dejó apagar la llama de su música.
Va por vosotros, los que a día de hoy no estáis; pero siempre os llevaremos en nuestro hilo musical, Duane Allman, Gregg Allman, Berry Oakley, Butch Trucks, Lamar Williams, Allen Woody, Dan Toler, Frankie Toler, para los que sois una prueba viviente de su legado, Jai Johanny Jaimoe Johanson, Dickey Betts, Warren Haynes, Derek Trucks, Marc Quiñones, Oteil Burbridge, para los que formásteis en algún momento de la banda, David Goldflies, Chuck Leavell, Mike Lawler, Johnny Neel, Jack Pearson, Jimmy Herring.