Precedida de elogiosísimas críticas de la mayor parte de la prensa – al menos la que importa – estadounidense y europea, ya tenemos en España el Episodio número VII de la Guerra de las Galaxias. El despertar de la fuerza parece que a nadie ha dejado indiferente.
Star Wars VII: El despertar de la Fuerza, ese toque añejo
En nuestro país en el primer fin de semana de Star Wars, el despertar de la fuerza ha recaudado casi 8 millones de euros lo que le ha convertido en el estreno más taquillero del 2015, con el permiso de 8 apellidos catalanes. Por otra parte la recaudación del Episodio VII en Estados Unidos ha reportado, en el primer fin de semana, unos ingresos de 238 millones de dólares.
Tal como anunciamos en el título, este nuevo episodio de la Star Wars tiene un importante sabor añejo que J. J. Abrams le ha imprimido intencionalmente. Desde el comienzo de la epopeya – Luke Skywalker ha desaparecido y todo el mundo le busca – hasta la presencia, ya añosos, de Han Solo y la Princesa – esta vez transmutada en General – de Leia Organa.
Ver el VII Episodio de Star Wars nos lleva, por la textura de las imágenes, a los tres primeros episodios de la Guerra de las Galaxias. Dicha textura la ha logrado el director mediante el uso de tecnología Kodak Vision 3. Estamos hablando de una tecnología analógica que se utilizaba hace décadas.
Para que nos entendamos, y teniendo en cuenta que los dos últimos Episodios de Star Wars se grabaron con tecnología digital, la película está filmada en celuloide y las cámaras que se han utilizado esta vez en los cines son mecánicas. Unos monstruos como las IMAX que pesan aproximadamente 100 kilos.
Con ello se ha logrado una textura de imagen que nos hace olvidar que estamos en un cine, destacando también que las sombras que crea el celuloide se aproxima más a como las percibe el ojo humano.
J. J. Abrams y el resto de los guionistas de este nuevo episodio de Star Wars tampoco han querido meterse, con el argumento de la cinta, en un jardín botánico del que luego puede resultar difícil salir. Se ha optado por una trama sencilla, clara, sin dobleces que desgraciadamente redunda en que muchas veces los personajes de carne y hueso tengan menos trasfondo y menos hondura de la que pueda tener el droide BB8.
Habréis descubierto que todavía no hemos hablado del argumento de la trama…pues no lo vamos a hacer. Quien quiera saber cómo se desenvuelva la película que vaya a verla, a buen seguro que a nadie dejará indiferente.
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