al amanecer los sueños,
gélido, constante, queriendo llegar
a cada rincón y conquistarlo,
dejando paso al invierno.
La noche cerrada va quedando tras los pasos distraidos del alba.
recordando al caminante que vaga
sin aparente destino
que el nuevo día comienza inexorable
y tras este día, otro, y otro más.
Escribo ahora con mis dedos de cristal,
dejando que la tinta refleje historias,
que otrora me halagara haber contado.
Ahora sigo al caminante, me meto en su piel,
me hielo, y siento el aire que azota mis sentidos.
Caleidoscopio de sensaciones,
hipersensibilidad y estado febril,
El frío clima queda fuera,
el camino ya se andará.