y triste me quedo.
Juegos robados en prisiones del alma.
Juventud de incomprensión y lloro.
Me quedo en la cuadrícula de una hoja,
inmóvil y desesperado.
No puedo salir allá fuera.
Soy dibujo añorando destinos.
Abatido torno en mi pensamiento amargo,
convivo entre manchurrones de sueños rotos.
El mundo de fuera es blanco.
El mundo de dentro, cuadriculado.
Melancolía de infancias pasadas,
Melancolía de vida apresada.
Soy papel, soy tinta que mancha la actitud comedida.
Soy folio desencajado, gris y ensuciado.
Y la pelota está fuera, en la vida,
con su juego de luces y sombras.
Y yo me quedo dentro, en la oscuridad,
con mis manchas y mis rayajos.
Y ahora miro la triste pelota…
Y triste me quedo.