Nosotros hemos ido estos días de vacaciones y ¡nos ha encantado!
Si vives en la capital, Alborache está al lado de Buñol y en tan sólo 40 minutos en coche estarás para poder disfrutar de una mañana en pleno contacto con la naturaleza.
Una vez entras en el pueblo y sales por la carretera, hay que estar bien atento para ver la señal que te la indica y ya poder aparcar.
Nosotros, no encontramos un parking como tal, partimos desde el puente de la carretera de Turís, por lo que os recomiendo ir prontito para poder aparcar en el poco espacio que hay… Si no, he leído que accediendo desde otros puntos, sí que encontraréis parking.
¡Por cierto! Os animamos a que echéis la vista hacia arriba de los árboles y veréis la cantidad de casa para pájaros que hay colgadas, y si tenéis paciencia, seguro que veis cómo se asoman o salen a buscar comida.
Y otra cosa… ¡Un consejo! Aunque hayan tramos asfaltados o de tierra, hay otros muchos con piedras grandes que dificultan llevar carro de bebé.
Nosotros lo cogimos porque leímos que se podían llevar fácilmente, pero mi consejo es que si podéis evitarlo, lo hagáis, ya que es muy engorroso llevarlo por la senda por la que discurre la ruta de Los Molinos.
Mejor ir todos caminando y si el peque se cansa, lo lleváis a caballitos o un trocito a brazos
La ruta la haces siguiendo el río de Buñol, es lineal, y entre ir y volver son unos 3 kilómetros más o menos en llano, no hay subidas y es muy asequible para todos aunque no estés acostumbrado a caminar por el monte.
Viendo las fotos… ¿Os animáis a hacerla, verdad?
Nosotros la hemos hecho (incluyendo parar a almorzar) en 2 horas y media, por lo que es genial para pasar la mañana al aire libre, respirando aire fresco y puro del monte.
También es una ruta perfecta para ir con perros; como vas andando pegado al río, disfrutan bajando y mojándose un poco las patitas o bebiendo agua. ¡Al menos el nuestro iba tan campante!
De verdad, merece mucho la pena ir.
Nosotros estábamos prácticamente solos, hemos ido entre semana, imagino que el fin de semana se llenará más.
Tan sólo escuchábamos el sonido del río y ha sido una gozada, aunque hacía un poco de fresquito, se estaba muy bien en los trocitos que había sol.
También hay merenderos y contenedores, es más, uno de los peores tramos para ir con el carro es desde que empiezas hasta el primer merendero, encuentras muchísimas piedras grandes en ese trayecto.
En esta ruta también encontraréis el Charco Azul junto con pequeñas cascadas y otros senderos que conectan y que, si vais preparados, podéis hacer; estoy segura de que serán chulísimos.
Para ver el Charco Azul (fotos anteriores) te tienes que desviar un poco del camino principal, pero son tan sólo un par de minutos andando hasta llegar y luego, puedes volver a conectar por donde ibas.
La mayoría de los molinos están en ruinas, pero de algunos, se conserva algo. No obstante, lo más bonito es el entorno en el que se encuentran.
Un bosque frondoso, cascadas y una rica y variada vegetación con tonos de colores dignos de ver y de sentir es todo lo que te espera en la ruta de Los Molinos.
Y si conocéis más lugares cerca de Valencia para pasar el día con los peques, dejadnos los comentarios para ir nosotros. ¡Muchísimas gracias! Y buena entrada de año
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