Sayaka Murata
Querido diario:
Mira lo que te traigo, ¿qué ta perece? a simple vista, una preciosidad, pero, fíjate en la sinopsis:
Keiko Furukura tiene 36 años y está soltera. De hecho, nunca ha tenido pareja. Desde que abandonó a su tradicional familia para mudarse a Tokio, trabaja a tiempo parcial como dependienta de una konbini, un supermercado japonés abierto las 24 horas del día. Siempre ha sentido que no encajaba en la sociedad, pero en la tienda ha encontrado un mundo predecible, gobernado por un manual que dicta a los trabajadores cómo actuar y qué decir. Ha conseguido lograr esa normalidad que la sociedad le reclama: todos quieren ver a Keiko formar un hogar, seguir un camino convencional que la convierta, a sus ojos, en una adulta.Con esta visión hilarante de las expectativas de la sociedad hacia las mujeres solteras, Sayaka Murata se ha consagrado como la nueva voz de la literatura japonesa.Quiero dar las gracias de nuevo a Duomo Ediciones porque me alegran la vida literaria con cada uno de sus libros.
Es cierto que yo no soy muy imparcial con la cultura japonesa porque me atrae muchísimo, de hecho, tanto a mi hermano como a mí nos gusta tantísimo que a su hija le puso nombre japonés y en la familia estamos acostumbrados a esa peculiaridad pero fuera de nuestro círculo a la gente le "choca".
Este libro podría ser una simple novela pero no lo es, es absolutamente maravillosa, es un grito desesperado de lucha contra lo socialmente establecido como "normal", es una llamada de atención al que inventó los convencionalismos, este escrito se viste de feminismo y de reivindicación para darnos una lección. Yo aplaudo a la autora porque ha sabido crear una situación con la que seguro que muchas personas se verán identificadas y sin ser una trama espectacular, creo que es capaz de llamar completamente vuestra atención.
Soy de esas personas que no creen que haya una sola y única manera de ser feliz porque lo que te hace feliz a ti puede que no me haga feliz a mí y viceversa, que lo importante es que nuestros caminos hacia esa felicidad no se entorpezcan entre ellos y con eso es suficiente para respetar el lugar del otro pero... si fuésemos más allá y facilitáramos el camino a los demás, ¡otro gallo cantaría!
Me gusta muchísimo que existan libros como éste que evidencien problemas que todos hemos tenido alguna vez en mayor o menor medida porque aunque el ser humano es un ser social por naturaleza, a veces nos cuenta encajar, encontrar nuestro lugar y vemos la salida de emergencia que es el aparentar como una solución cuando en realidad es un callejón sin salida.
Demasiado a menudo esperamos de los demás cosas que damos por hechas olvidándonos de que a nosotros también nos hicieron lo mismo y creamos un bucle que es posible parar si todos leyéramos novelas así. Esta novela pretende romper estereotipos, estándares y yo creo que lo consigue, con una protagonista muy particular y una escritura fluida muy amena que estoy segura de que encontrará muchos lectores satisfechos por aquí.