A. F. Harrold
Ilustrado por Emily Gravett
Querido diario:
Quiero dar las gracias a la editorial BlackieBooks por este ejemplar.
Sinopsis:
Rudger es el mejor amigo de Amanda. Rudger no existe, pero nadie es perfecto. Solo Amanda puede ver a su amigo imaginario. Pero un día el señor Bunting llama a su puerta. Y quiere llevarse a Rudger. Algunos dicen que Bunting se alimenta de amigos imaginarios. La única solución es que Rudger huya solo. Pero ¿puede un amigo imaginario sobrevivir sin alguien que le imagine?
Me considero una lectora privilegiada en muchos sentidos. Yo ni siquiera recuerdo cuándo empecé a leer, lo que sí sé es que nunca he parado de leer, ya era una gran lectora cuando apareció mi amiga imaginaria. Soy del pensamiento de que todas las personas inquietas, creativas y ambiciosas hemos tenido a nuestro lado a ese alter ego que creamos en nuestra mente para charlar con él y poder desarrollar esa imaginación desbordante que no debería disiparse después de la infancia.
Y digo que soy una privilegiada porque soy esa clase de lectora que, por un lado, libro que elige, libro que le entusiasma, y por otro lado, tengo la inmensa suerte de poner un libro en mi lista de deseos, pensarlo dos veces, pedirlo a la editorial y que me respondan con esas tres palabras que tan feliz me hacen: te lo enviamos.
Así que, aquí estoy, de nuevo con una de las favoritas, el sello juvenil de Blackie ¡no me ha fallado nunca! Si me dijeran que, durante una buena temporada solo puedo leer libros de esta editorial, yo feliz. Y así es como ha llegado esta maravilla a mis manos. No voy a ser justa describiendo lo bonito que es, el tacto de sus páginas y el cariño que depositan siempre en estas ediciones tan preciosas. Entre tú y yo, tienes que ir a tu librería de confianza y ojear el interior, las ilustraciones son estupendas.
Estos días he lanzado alguna que otra preguntilla en mis redes sociales sobre amigos imaginarios, un tema que siempre me atrajo y ahora me ha fascinado. Este libro es divertido y a la vez tiene ese toque oscuro de los cuentos tradicionales, es tierno y emotivo, a veces hasta te preocupa. Te plantea una serie de cuestiones con las que reflexionar pero además lo hace de una forma muy sencilla, entra solo, es como tomar un postre sin hambre y resulta ser un dulce delicioso.
Tiene un toque doloroso, casi gótico y a la vez muy amable que convierte esta lectura en apta para cualquier edad. Creo que es de esas historias que no vives igual si la lees por primera vez siendo un niño que si te la encuentras en tu vida adulta. Os la recomiendo a todos, por supuesto.
Personalmente tengo pasión por Roald Dahl y a la vez por Tim Burton, me siento especialmente atraída por historias agridulces es como sonreír cuando aún te quedan lágrimas de tristeza en los ojos. Este libro tiene esa esencia, ese color gris con toques de luz de colores muy vivos. Siento unas enormes ganas de hablar sobre amigos imaginarios todo el tiempo, sobre los beneficios que aportan, si los echamos de menos siendo adultos, si creamos otros o son los mismos que crecen con nosotros. Siento curiosidad por las personas que jamás crearon a su amigo invisible, porque, obviamente de niños damos por hecho que son reales, solo que los demás no pueden verles.
Esta es de esas historias que te dejan un sabor de boca maravilloso y solo deseas abrazarte a tu ejemplar después de la lectura, buscando esa reconfortación, si es que esa palabra existe. Espero de corazón que todo el mundo le dé una oportunidad, no os vais a arrepentir. De nada.
Fuente: este post proviene de Diario de una Chicka Lit, donde puedes consultar el contenido original.
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