Mauro Armiño
Querido diario:
Quiero dar las gracias a la editorial Siruela por este ejemplar.
Sinopsis:
De la mano de los más grandes maestros de la narrativa universal, esta exquisita selección propone un apasionante itinerario a través del sentimiento amoroso en sus múltiples variantes.
Desde el Cantar de los Cantares sabemos que más fuerte que la muerte es el amor. El impulso de esa idea ha recorrido siglos, ha moldeado costumbres, ha invadido la literatura, la música o la pintura de forma muy distinta a lo largo del tiempo. Su aparente origen natural ha ido cargándose de matices, de gradaciones, de formas más profundas a medida que la civilización y la cultura han modificado todos los aspectos de la sociedad. Heredero de los cambios que, bajo la bandera de la libertad individual, trajo la Ilustración, el siglo XIX moduló el amor de manera muy diversa, especialmente a partir del momento en que la mujer tomó las riendas de sus sentimientos para no admitir en ese aspecto más autoridad que ella misma.
En esta antología, que recoge la mejor prosa del periodo literario en que se forjaron esas nuevas formas de poner en práctica la sensibilidad, se despliegan algunas de las infinitas tonalidades de la pasión amorosa: desde la ternura a los celos, desde los misterios equívocos a las adoraciones sublimes que van, como ya anticipaba el versículo bíblico, más allá de la vida.
No sé cómo hacerle justicia a este libro desde la humildad de mi blog con una reseña que probablemente se quede muy en la superficie por lo que voy a comenzar diciendo que es muy posible que me quede corta y que merecerá la pena que sea el propio lector quien le dé una oportunidad a cada uno de los textos que componen la antología de este libro y dicho esto comienzo a dar mi opinión.
El problema de intentar opinar de tantos relatos diferentes al mismo tiempo es que puedo caer en el error de meterlos a todos en un saco idéntico que para nada merecen. Cada uno tiene personalidad, ritmo, identidad, emociones y su propia esencia, así como su cadencia y nos dejarán una huella diferente. "El más bello amor de don Juan" da título al libro o eso es lo que a mí me ha parecido y aquí debo hacer un inciso: a los lectores principiantes que empiezan su amor por la lectura en las redes sociales y eligen a su "siguiente víctima" solo por el título y la portada deberían saber que no es lo mismo el Romanticismo como movimiento artístico del Siglo XIX que "las cosas románticas" tipo día de San Valentín de las novelas juveniles estilo "el chico le regala flores y bombones a la chica".
Digo esto porque ya me ha sucedido con otras reseñas y con otros libros muy brillantes que he reseñado con entusiasmo en los que ensalzaba los valores del romanticismo, como sucede en este caso y tras comentar en mi blog los lectores fueron corriendo a comprar el libro y no encontraron en él lo que esperaban: una historia de amor actual en la que el chico conocía a la chica, tenían citas "románticas" y al finalizar la novela se casaban. En este caso no es esa clase de "Romanticismo".
Este es un libro romántico entendido desde el Romanticismo del Siglo XIX, que fue un momento en el que primaban las emociones del individuo, todas ellas, no solamente el amor, la pasión y la atracción, también tienen su protagonismo el drama, la tristeza, los celos, la envidia, la tristeza, el miedo, el asco, la ira y todos los que nos hacen humanos. De hecho, y sin ánimo de hacer spoiler a nadie, al contrario de lo que el lector novel suele pensar, la literatura romántica suele ser desgarradora, triste, dolorosa y muy a menudo acaba mal, algo muy característico de esta época que entra en contraposición con épocas anteriores como siempre sucede cada vez que hay un cambio en la historia del arte. Se tiende a pensar, erróneamente, que lo romántico tiene que ser siempre bonito, agradable, dulce, delicado, bondadoso y terminar de forma feliz y lo realmente interesante de las obras basadas en el romanticismo es todo lo contrario y por eso las disfruto tanto, porque son un fiel reflejo de lo vívidas que son las emociones en estado puro del ser humano.
Hay aquí autores extraordinarios a los que ya conocía como al maravilloso Guy de Maupassant, al más que famoso Edgar Allan Poe, quién no ha oído hablar de Balzac, Gautier o Proust, yo he podido leer por primera vez a Émile Zola, Anton Chéjov, Charles Baudelaire, Jules Barbey dAurevilly y con Auguste Villiers de LIsle-Adam completamos la lista de autores que nos van a deleitar con diferentes textos que nos van a despertar diferentes zonas del alma con un libro que me parece el regalo perfecto para un lector.
Si ya conocías a algunos de los autores, por favor, hazme saber qué obras te gustaron y déjamelo en un comentario, me lo tomaré como una recomendación personal.
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