Reseña #276. Árbol de sinople, de Manu de Ordoñana

Portada de Árbol de sinople de Manu de Ordoñana, donde se aprecia la silueta de una joven y un joven delante de un mapa de la provincia de Guipuzkoa.
Árbol de sinople

Editorial: Universo de letras
Páginas: 206
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788417037130
Precio: 14,00
Sinopsis
Árbol de sinople es una novela histórica.
Narra un hecho real ocurrido en la provincia de Gipuzkoa a finales del siglo XVI que convulsionó la sociedad vasca del momento. Ysabel, una joven perteneciente a una de las principales dinastías de la provincia, vive recluida en un convento de Mutriku, a la espera de celebrar su casamiento con el heredero de la casa de Ydiáquez, en Azkoitia, cuyo hermano es secretario del rey Felipe II y su tío, consejero de estado y uno de los hombres más poderosos de la corte de su majestad católica. Un acontecimiento extraordinario frustra el matrimonio y la pareja elabora un plan para frenar el proyecto de la familia de la novia: desposarla con un nuevo pretendiente.
El relato ofrece un amplio retrato de la época y muestra el poderío que conservan las clases privilegiadas y la enorme capacidad que tienen para influir en los órganos de administración de justicia. Igualmente, proporciona la ocasión de conocer numerosos lugares de la geografía guipuzcoana, así como la situación incierta que vive la villa de Mauleón al finalizar las guerras de Religión en Francia, donde la pareja se ve obligada a refugiarse, acosada por la persecución de los tribunales civiles y eclesiásticos que intervienen en el caso..

Reseña
Una novela histórica perfectamente documentada sobre un acontecimiento tan desconocido como interesante.

Tal como dice la sinopsis, esto es una novela histórica, y aunque parezca más algo de tipo romántico, nada más lejos de la realidad. Hacía mucho tiempo tiempo que no tenía en mis manos un libro de estas características, ya que estaba leyendo más bien ficción histórica. Sobre lo que se narra en esta novela reconozco que no tenía ni idea, pero me ha parecido de lo más interesante.

Bueno, entremos en materia. Nos encontramos en la provincia de Gipuzkoa, en los últimos años de 1590. Dos de las familias más poderosas de la provincia, los Berriatúa de Mutriku y los Ydiáquez de Azkoitia, tienen un contrato para casar a los herederos del mayorazgo de sus respectivas casas, Ysabel de Lobiano de 13 años para los primeros y Pedro de Ydiáquez de 22 años para los segundos. Este inteligente movimiento para no romper los bienes de ambas familias convertirían a la joven pareja en una de las familias más poderosas a nivel económico de España, ya que a nivel político ambas casas tienen influencias. Pero hay que destacar que el hermano de Pedro, Martín, es secretario del rey Felipe II y su tío, Juan de Ydiáquez, es consejero de Estado y uno de los hombres más poderosos de la Corte.

Todo iba según lo planeado, incluso entre la joven pareja había florecido el amor en las furtivas visitas que Pedro hacía al convento de Mutriku donde Ysabel está recluida, algo prohibido. Pero todo cambia cuando, a través de una noticia dada por Martín, Pedro deja de ser el heredero, pasando a ser el segundo, debiendo esperar a la muerte de su hermano para obtener el mayorazgo. A doña Brígida, de la casa Berriatúa y bisabuela de Ysabel, rompe el acuerdo y decide casar a la joven con otra persona. Ysabel propone un plan para poder casarse con Pedro que alterará la paz de la zona y creará que hasta la Chancillería de Valladolid se posicione en un bando u otro y que la Iglesia quiera excomulgarlos.

Si bien parece que he contado muchísimo del libro debido a sus pocas páginas, solo me he quedado en las primeras, pero era necesario situarnos para entender lo que es la novela. El libro consta de 55 capítulos y, desde mi punto de vista, podríamos dividirlo en tres partes. La primera sería la presentación de los personajes principales junto con la creación y ejecución del plan; la segunda las consecuencias del plan para ambas familias y las maquinaciones de estas para salirse con la suya; y la tercera sería las medidas tomadas y la solución.
Todos los capítulos están narradas por un narrador omnisciente que, muy de vez en cuando, interactúa con el lector, como si fuese una crónica novelada.

La cantidad de personajes que aparecen es importante y muchos con nombres similares. En este caso yo hubiese agradecido un pequeño esquema de quién es quién, los parentescos y demás. Por otra parte, dado que hemos dicho que es una novela histórica, los personajes no son lo importante como tal, sino la propia historia. Por esto, todos los participantes actúan como se presupone, sin evolución a lo largo del relato ni salirse del guión, lo que hace que salvo los personajes de carácter más fuerte, el resto esté como conteniéndose. Mee ha llamado la personalidad de Ysabel, ya que pese a su corta edad fue ella quién organizó todo, teniendo las tablas suficientes para enfrentarse incluso a un tribunal eclesiástico. Valiente, decidida y tenaz, Ysabel debió de chocar muchísimo para las mentes cuadradas de una sociedad que, incluso, había recortado en libertades a las monjas por el concilio de Trento.
Joven pelirroja con los ojos cerrados, y un vestido blanco por debajo de los ojos, pensativa.


«¿Estaba ella obligada a respetar los convencionalismos sociales y acatar los pactos suscritos por su familia a costa de su persona? El sacrificio que se le reclamaba era desmesurado. No; tenía que luchar, sobreponerse y superar los muchos obstáculos que se le iban a presentar. Ella era dueña de su propio destino y no podía aceptar ninguna servidumbre ajena a sus intereses.»

Para esta historia, Manu de Ordoñana ha debido documentarse, y mucho. No es simplemente narrar las aventuras de la pareja, sino que le regala al lector una radiografía detallada de una época convulsa, no solo en cuanto a guerras, sino debido también a los nuevos cambios eclesiásticos; una época en donde las grandes casas privilegiadas son capaces de influir en la política a beneficio propio, donde la diferencias entre las clases eran más que abismales.
Todo esto más el hecho de narrar con tanta precisión la geografía guipuzcoana en donde se desarrolla la historia, describir detalladamente la arquitectura, a veces acompañada con una nota de pie dando más información, y mostrar al lector de una manera amena la legislación jurídica y eclesiástica de la época sin afectar a la obra, ha supuesto que el autor haya dedicado más de tres años a la creación de esta novela.

A nivel de contenidos es una historia para casi cualquier lector, pero la forma de la narración no es la habitual. Utiliza palabras y construcciones gramaticales propias de la época no solo en los diálogos, sino en todo el relato. Esto es algo que me encanta, le da un plus de «veracidad» sobre todo a la hora de imaginar, pero soy consciente que limita el espectro de lectores que pueden disfrutarla. Por lo demás, es una narración no exente de belleza, sobre todo a la hora de describir, aunándose en esta obra la rigurosidad con la belleza literaria.
Si bien al inicio cuesta coger el ritmo porque hay que adaptarse a la narración, a medida que las aventuras de la pareja avanza y las conspiraciones y las luchas entre las familias se recrudecen, la lectura se vuelve sumamente ágil e intrigante al querer conocer cuál será el paso de cada familia y de las instituciones para poder salirse con la suya, conociendo la historia desde todos los puntos de vista en diferentes capítulos. Esto tiene como ventaja que la tensión se mantenga a lo largo de la novela.

El único «pero», y esto ya es a nivel de opinión personal, sería que todos los personajes hablan perfectamente, pero los hay que no pertenecen a la clase privilegiada, por lo que no habría distinción de clases si no se dijese.
Lo que más frío me ha quedado es el final. Y esto no es culpa del autor, sino del propio acontecimiento. El final literario ha sido más que digno para esta obra y lo mínimo que puedo decir es que me ha gustado mucho, pero, como es habitual en los libros históricos sobre un acontecimiento determinado, en el epílogo se comentan las consecuencias futuras de todo lo narrado. Y en esta época que todo acabe con un «y fueron felices y comieron perdices» no es lo normal. Bueno, pues eso, ya me entenderéis.

En conclusión, una novela histórica recomendadísima, de lectura obligada para los amantes de la historia vasca, capaz de que introducir información jurídica y eclesiástica en la historia y que esta sea ágil, manteniendo al lector atrapado. ¡Mi más sincera enhorabuena al autor!

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