Debido al contraste de culturas, historia, relieve y climatología, España cuenta con una amplia tradición que varía según la situación donde nos encontremos. Por supuesto, la gastronomía española es súper variada y quien está en dicho lugar no puede irse sin probar algunos platos. Siendo una importante fuente de ingresos procedente del turismo y la exportación de productos nacionales.
Dieta mediterránea
Si España se caracteriza por algo, eso es sin duda, por su saludable dieta mediterránea, la cual fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2010 por la Unesco. El principal ingrediente es el aceite de oliva que, unido a un conjunto bastante amplio de verduras aporta los recursos necesarios para prevenir, entre otros síntomas, un deterioro cognitivo.Otro de los alimentos que ayudan a evitar posibles enfermedades, especialmente cardiovasculares, es el pescado azul que, a pesar de contener más grasa que, por ejemplo el pescado blanco, es rico en Omega 3. Entre las especies englobadas en esta categoría están el atún, el salmón, la anchoa, el arenque o la sardina. Esta parte es fundamental y muy común dentro de la gastronomía española.
En cuanto a la bebida, encontramos el vino tinto como una costumbre saludable a la hora de acompañar las comidas y cenas, siempre en pequeñas cantidades. Este producto, cuenta con una vasta producción de más de 2.500 millones de litros anuales. Además, es el país que más extensión dedica al cultivo de la vid.
En los postres, podemos degustar una amplia selección de frutas y dulces especializados por regiones. Algunos de los máximos exponentes de esta sobremesa es la naranja valenciana, una enorme fuente de vitaminas, al igual que la fresa de Huelva. En cuanto a los pasteles, podemos verlos acompañados de frutos secos, como sucede con la almendra, presente en una enorme variedad de recetas, como la tarta de Santiago.
Rutas gastronómicas
Muchas son las rutas gastronómicas que sobresalen a lo largo de España, una de las que más afluencia ha recibido siempre es, quizá, la del vino. Algunos de los destinos más destacados son, Toro, en Zamora; Jerez, en Cádiz; Ronda, en Huelva; la comunidad autónoma de La Rioja, Ribera del Duero, en Burgos, Penedés en las provincias de Barcelona y Tarragona o Priorato, en Tarragona, entre otras muchas.Otra posible actividad culinaria es hacer un recorrido por el País Vasco saboreando una amplia selección de 'pintxos', la cual es la región de la Península Ibérica con más estrellas Michelín. Entre los platos más sobresalientes se encuentran diferentes pescados, desde el bacalao y la merluza hasta los chipirones. Otra degustación imprescindible son las famosas alubias de Tolosa.
Para los amantes del marisco existe un lugar especial, Galicia. Sobre todo, en las zonas costeras se encuentran sabrosos manjares recién sacados del mar, donde lo más solicitado para compartir es la mariscada. Una enorme fuente donde las piezas se sirven enteras, previamente cocidas. También, las empanadas son un manjar que no podemos dejar pasar, existiendo una amplia selección, desde ternera hasta bonito, atún o bacalao pasando por las vegetales.
Andalucía probablemente tenga una de las ofertas más amplias, desde carnes y embutidos hasta pescados o frutos secos, aderezado siempre con el mejor aceite de oliva. Todo ello se puede hallar en pequeñas tapas, similares a los pintxos vascos. Las comidas suelen ser acompañadas tanto de vino como de cerveza y en los postres predominan los dulces, muchos de ellos, con una dedicada demanda en épocas puntuales del año, como el famoso polvorón de Estepa o las torrijas, en Cuaresma. El gazpacho es otro preparado local bastante común realizado a partir de tomate.
En Cataluña, la cocina entremezcla los sabores tradicionales con elaboraciones modernas y sofisticadas. Un hecho destacable es el prestigio de sus cocineros, nombres como Ferran Adrià o Santi Santamaria han revolucionado el arte culinario a nivel mundial. Una muestra de ello se puede ver en la ciudad natal de ambos, Barcelona. Uno de los postres nacionales más famosos tiene su origen aquí, la deliciosa crema catalana.
En Castilla y León, predominan las carnes, servidas en ocasiones por piezas completas, donde el cochinillo segoviano o el cordero asado de Burgos son degustaciones imprescindibles para nuestra ruta. Igualmente, se guarda un lugar especial para los guisos, como sucede con la capital, Madrid, donde el cocido madrileño es el plato estrella. Gracias a la influencia judía, a día de hoy, uno de los postres más famosos son los buñuelos de viento. Asimismo, sobresalen los churros y porras.
En la costa levantina, concretamente en la Comunidad Valenciana encontramos los arroces, especialmente la famosa paella, a partir del alimento cocido que puede ser salteado con todo tipo de carnes y mariscos. Cuenta con una versión muy similar hecha con pasta, la fideuá. Tanto en dulce como salado tienen un enorme prestigio las cocas, unas tortas de harina que suele llevar abundante aceite.
Curiosidades
A lo largo de este variado país se pueden degustar elaboraciones bastante atípicas en las cuales se entremezclan diferentes sabores y temperaturas. Esto sucede en Pontevedra, Galicia, ya que alberga con un manjar un tanto peculiar, la langosta con chocolate. Esta delicia, no no sólo está reservada para los más atrevidos, sino que cuenta con un público amplio.Otro de los preparados más llamativos son los huevos carlistas, alimento originario de Navarra. Para su preparación se fríen huevos y se recubre con salsa bechamel, para posteriormente empanar y volver a freír. Esta especie de croqueta de huevos doblemente frita se suele servir con tomate, lo que daría un aspecto similar a la bandera provincial.
Fuente: www.sxc.hu