Reflexión: lluvia

Jueves reflexivo: lluvia

Hola a todos y bienvenidos un día más. ¿Qué tal va la semana? Espero que genial. Hoy vengo con el post improvisado, es tempranito y escribo rápido porque en breve me toca un vigorizante paseo perruno, así que sin más rollo, empezamos.

No sabía muy bien de qué hablar hoy, pero viendo la semana que llevamos voy a hablar de la lluvia. Creo que con este tema no hay término medio. Mucha gente la odia, le parece un engorro, no pueden caminar por la calle sin mojarse y tropezar con gente y paraguas. Se moja la ropa en los tendales y los niños no pueden jugar al aire libre. En cambio a otras personas la lluvia les parece bucólica y romántica. Pueden compartir paraguas, hacer planes de sofá, mantita y peli y es encantador ver la vida pasar detrás de un cristal salpicado de miles de gotitas.

Yo soy de los últimos. Cuando mis hijos eran pequeños prefería que no lloviera demasiado, pero cuando yo era pequeña o desde que mis hijos son mayores me gusta la lluvia. Las calles relucen. Si pasamos junto a alguna iglesia la piedra brilla y todo huele a nuevo y recién lavado.

paraguas


Algunas de las escenas más románticas del cine suceden bajo la lluvia, como ese beso de Spiderman y MJ en el callejón, o esa escena, tan bonita de Gene Kelly y Debbie Reynolds en "Cantando bajo la lluvia". También tenemos la famosa escena de "El diario de Noah", es una escena preciosa. ¿Y ese beso apasionado de Holly y Paul con Gato en el callejón? Lo sé, "Desayuno con diamantes" es una peli para usar en cualquier ocasión.

También hay escenas tristes, como el final de "Los puentes de Madison", esa lluvia que envuelve la escena le da una melancolía preciosa. Y claro, muchas pelis de miedo usan la lluvia para reforzar esa sensación de terror. Pero yo me quedo con lo bueno, con lo bonito.

En mi caso siempre he vivido cosas buenas bajo la lluvia. He compartido paraguas, hemos buscado rincones de lo más curiosos para guarecernos, hemos pasado largos ratos en el coche, esperando a que escampara, sintiendo como el repiqueteo de las gotas en los cristales nos envolvía.

lluvia


Cuando era pequeña me encantaba saltar en los charcos con mis botas de agua y llegar a casa, ducharme con agua bien caliente, ponerme el pijama y las zapatillas y jugar con mi hermana, charlar con mis abuelos, que venían a casa a vernos, o leer bajo las mantas. Esos días cenábamos algo bien calentito, en la mesa de la cocina, con mis padres. El cristal de la ventana se empañaba y yo dibujaba un corazón.

En la adolescencia disfrutaba de la lluvia de otras formas: en casa con amigas, compartiendo paraguas o enfadándome porque el agua me destrozaba el peinado, jajaja.

Y ahora disfruto de la lluvia de distintas maneras. Es agua que riega el huerto y las plantas de mi ventana, que mantiene verde el paisaje y los ríos que tanto me gustan. La lluvia limpia y nos da excusas para tomarnos las cosas con calma.yo soy muy poco casera y no está mal que me inciten a pasar tardes tranquilas, sin hacer gran cosa.

Bueno, ya está bien de divagar. Ahora toca terminar el café y en un ratito me lanzo a la calle fría con olor a café, y seguramente iremos a río, o a algún prado. O quizás a la playa. Aún no lo sé, pero seguro queempiezo el día con fuerza.

Muchísimas gracias por leerme y nos vemos el sábado en el repaso semanal.

Muy feliz jueves.

Fuente: este post proviene de Pequeños trucos para sobrevivir a la crisis , donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Recomendamos