Reflexión: instantes felices

Jueves reflexivo; momentos de felicidad

Hola a todos y bienvenidos un día más. ¿Qué tal va esa semana? A mí se me está esfumando, entre tormentas, carreras, obras y algún paseo se ha volatizado.

Hoy vengo con el post improvisado, estoy aquí con el ordenador, con un café bien rico y con muchas ganas de escribir así que sin más rollo empezamos.

El otro día leía un post en facebook de Anacris y me sentí totalmente identificada. Ella hablaba de un momento concreto en que se había sentido feliz y yo esta semana he vivido eso dos veces.

globos-gijon


El domingo pasado me fui con mis hijos y mi marido a comer a la finca familiar. La comida fue sencilla, cosas básicas y rápidas, y en realidad no hicimos nada especial, solo comer, charlar y reírnos.

Y en un momento concreto, justo después de comer y antes de ponernos a jugar a las cartas(entonces sí que nos reímos) me sentí feliz. Así, sin más, sentí lo más parecido a la felicidad. Ese plan había sido idea de mis hijos, que querían hacer algo en familia y ya que el tiempo estaba algo loco elegimos la finca por si llovía tener un techo. Toda mi familia está más o menos bien, y tras unos meses muy muy malos las cosas van viendo la luz así que en ese momento habría detenido el tiempo.

Y al día siguiente me ocurrió lo mismo. Mis hijos actuaron con el coro; fue una actuación especial porque mi hijo fue el presentador y mi hija se reincorporó por sorpresa tras su Erasmus. Estábamos en familia y con algunos amigos de mis hijos y a pesar de la tormenta que estaba cayendo me sentía plenamente feliz.

El año pasado os hablé aquí de dos días especiales que no habían tenido nada de especial pero no sé por qué yo había sentido esta sensación que os estoy describiendo. Hay veces que podemos ser felices en los momentos más sencillos, y creo que ahí reside el verdadero secreto de la felicidad.

El sábado hablaba con una de mis cuñadas de esto. Ella me comentaba que hace unos años hacía planes a largo plazo y se agobiaba ante las adversidades, con lo cual nunca estaba contenta y andaba por la vida como las locas, y actualmente se centra en el presente(con sentido común, no se gasta el sueldo el día de cobro por si se muere mañana) y relativiza todo, y desde que tiene esa filosofía de vida es mucho más feliz.

Y también me estoy reafirmando en que cada día soy más de campo. Qué me gusta la ciudad, sí, pero las cosas que me gustan de la ciudad no son para el día a día. Siempre que he querido ver una exposición, una obra de teatro o un concierto he ido a verlo aunque tuviera que desplazarme; he visto muchos conciertos en Bilbao(WASP, Helloween, Sun49...), he visto musicales en Madrid, o he ido a Madrid en Navidad para que mis hijos vieran la Plaza Mayor, mis hijos vieron a AC/DC en Madrid, y yo fui con ellos y mi marido a ver una exposición de Goya al Prado en unas fechas concretas. Me refiero a que a estas cosas he ido exclusivamente, no que me pillara de vacaciones, y al igual que para eso me he desplazado o para ver a Kate Ryan o Los Ramones me he ido a Avilés, o a la ópera a Oviedo podría ir a ver estas cosas sin problema viviendo en el campo.

Cuando estoy en la finca familiar, o en la de mis suegros y especialmente en mi pueblo en Los Picos de Europa soy terriblemente feliz, me siento libre y vital. No sé como explicarlo pero estar escuchando los pájaros o ver a la pareja de gavilanes sobrevolarnos una y otra vez es una maravilla.

A veces pienso que si me tocase algo ampliaría la minicasa de la finca y me haría okupa con mis animales y mi marido e hijos, quitándosela a mi madre y hermana, jejeje, es broma, ellas podrían venir. O me compraría una casa ya hecha, y me desplazaría a ver las cosas que me apetezcan.

Y es que por liada y apurada que esté no puedo pasar demasiados días sin ir al campo, y me ocurre igual con el mar pero desde la finca se ve así que tengo un dos por uno. La playa me renueva, aunque sea en invierno.

Y ye para acabar porque hoy más que contar algo estoy hablando conmigo misma, os diré que estoy alucinando con esta situación surrealista.

Al parecer tengo una gran deuda con Hacienda, le debo, en nombre de mi padre, 0,03 céntimos, y el plazo vence hoy. Nosotros llevamos pagando una barbaridad este año a hacienda con temas de herencias(que no hemos heredado un castillo ni nada así) y esto me parece ridículo, ahora me toca pasar horas en Hacienda porque luego estas bromas acaban saliendo caras.

hacienda


Lo siento pero tenía que contarlo porque es tan absurso...pero pagos aparte quiero seguir feliz así que voy a respirar hondo y cuando salga de hacer el pago me daré algún caprichito, o algo de comer rico o ya veré a ver, pero algo caerá.

Bueno, ahora sí que me despido que hoy se me ha hecho pelín tarde. Mil gracias a todos por leerme y nos vemos el sábado en el resumen semanal.

Os recuerdo que en mi Instagram estoy sorteando el bautismo de una estrella con el nombre y la fecha que vosotros queráis, es un regalo chulísimo, de verdad.

Fuente: este post proviene de Pequeños trucos para sobrevivir a la crisis , donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Recomendamos