Reflexión: dejemos que la vida nos sorprenda

Jueves reflexivo: de todo un poco

Hola a todos y bienvenidos un día más. Ya estamos a jueves, y aquí es festivo, así que haré un post cortito e intentaré aprovechar el día. Y con un café y unas galletas me pongo a escribir.

Los lectores habituales sabéis que mi mes favorito es junio, y me he dado cuenta de que se ha esfumado. Ya ha pasado la noche de la hoguera, la excursión de principios de verano, el final de curso, las primeras cerezas de la finca y todo eso que tanto me gusta.


Hace nueve años escribí un post en el que hablaba de lo rápido que pasaba el tiempo, y lo que marcaban las ausencias. En ese momento tenía a toda mi familia excepto a mis abuelos, y me dolía mucho, pero en cierto modo era ley de vida, ya que se fueron siendo muy mayores. En cambio, el destino me golpeó muy duro poco tiempo después, una vez tras otra, sin poder apenas recuperarme. Y si ya cuando escribí el post que os digo me dedicaba a saborear cada momento, ahora lo hago aún más.

Por eso me aterra que se vaya junio. Pero, por otro lado, ante mis ojos se extiende un julio esperanzador, que espero disfrutar.

El otro día me fui con mi hermana a ver una actuación del coro de mis hijos, íbamos con ganas porque siempre se disfrutan, pero esta vez, además, mi hijo hacía un solo. El concierto era en un parque, pues estamos en unas jornadas de música en la calle, y hacía un calor indescriptible. Pues allá fuimos nosotras llenas de alegría, y aguantamos el sol en la cabeza, cantamos, aplaudimos y estuve grabando con la misma ilusión que las actuaciones de fin de curso de cuando tenía tres años. Porque la vida es eso, ilusión.

Después estuvimos de charla con parte del coro, ya son muchos años, y se disfrutan esos momentos. Y en el camino de vuelta mi hermana entró de sorpresa en una confitería para que me llevara a casa pasteles para todos. Y esas cosas tan tontas prestan, como decimos por aquí.

Esto me recuerda a una conversación que tuve hace un par de meses con una amiga, y que me hizo pensar en la suerte que he tenido a veces. Os adjunto una captura de la conversación, fue en Telegram y luego nos llamamos y me lo explicó mejor porque madre mía, entre el corrector y que lo suyo no es el Telegram, jajaja.

Mi amiga me dice que Jorge Javier, el presentador, dijo en su programa que hace unos años había visto en televisión a Nuria Espert recitar Doña Rosita la soltera, fue cuando recibió el Premio Princesa de Asturias y yo pude ir a un encuentro con ella (os lo conté aquí) y pude escuchar unos fragmentos. Mi amiga lo sabía y por eso me escribió. Y yo me sentí afortunada. Se supone que un presentador tiene acceso a eventos y personalidades, y no pudo ver en vivo algo que yo sí. Fue un regalo de la vida. Y como eso, miles de cosas, y me estoy dedicando a disfrutarlas. Puedo ver amaneceres sobre el mar casi a diario, y atardeceres pintados de rojo mientras charlo con mis seres queridos. Tengo planes y también buenos recuerdos. Tengo momentos tranquilos que renuevan mi alma, y momentos de estrés que hacen que mi mente siempre esté activa. Tengo un poco de todo y un mucho de nada, y como es verano y los días son largos, tan tan largos que a las diez y media aún es de día, quiero relajarme todo lo posible.

telegram

El corrector y mi amiga no se llevan muy bien

El otro día vi con mi marido una entrevista a José Luís Perales y él decía que tenía un refugio al que iba a escribir, solo con sus perros, y las musas siempre estaban esperando.

En ese sentido yo también tengo suerte, nunca me han abandonado las musas. Mi problema es que muchas veces me falta tiempo, y muchas otras, lo confieso, ganas. Mucha gente escribe cuando está triste, yo en esos momentos no suelo escribir mucho. En otros sí, libres de pena.

Decía Agatha Christie que a ella muchos de sus crímenes se le ocurrían mientras fregaba los platos, pues a mí, sin querer compararme ni mucho menos, se me ocurren muchas ideas cuando estoy en la finca, plantando, podando o regando. Y también cuando paseo por la noche. Si voy con mi marido siempre vemos algo que nos inspira para contar historias.

Bueno, no quiero hacer un post eterno y al final me estoy entreteniendo y divagando. Para terminar diré que se nos va junio pero queda mucho verano, que intentaré saborearlo, porque como me decía ayer mi marido, mientras comíamos debajo de un saúco y planeábamos algunas cositas: "la vida no se trata solo de picos, picos y picos, de hacer, ir, hacer e ir otra vez. La vida se trata de disfrutar de cada momento, y en especial de las cosas sencillas, como este de ahora, comiendo algo rico, con un buen vino, y hablando de nuestras cosas. Y planeando, claro, pero dejando que todo fluya" Y tiene razón, intentemos saborear el día a día y dejemos que la vida nos sorprenda.

Muy feliz jueves a todos.

Fuente: este post proviene de Pequeños trucos para sobrevivir a la crisis , donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Recomendamos