Eso de que los niños aprenden de lo que ven asiduamente, es verdad, son unos grandes imitadores, y los padres y educadores somos sius pricipales modelos y referencias, pero no los únicos.
Fotografía de Sergio Nevado
Sin lugar a dudas, la vida va mucho mas allá de los límites que nos imponemos, de las rutinas, hábitos y costumbres y nuestro entorno social y físico.
De ahí la importancia de tener curiosidad, interés en observar, en aprender, en conversar con diferentes personas, escuchar distintas opiniones, disfrutar de la lectura, diversificar el tiempo de ocio, cambiar de aires, viajar, esforzarnos en entender y comprender las manifestaciones artísticas del ser humano a través de los tiempos y en diferentes lugares y culturas...(danzas, esculturas, pinturas, arquitectura, monumentos, fotografía, música...)
Musicalmente en mi infancia escuchaba un poco de todo, desde flamenco y coplas, pop, rock, jazz, música clásica, rumbera,...el popurri ha sido de lo más diverso, en cuanto a autores, desde Cindy Lauper, a Jose Luis perales, Pablo Milanés, Fausto Papetti ( saxofón) , Gardel, Machín, El cabrero, Rafael Farina, Cecilia, Nino Bravo, hasta música específicamente local gallega como Petapouco, o Ana kiros, o internacional como mexicana y rancheras...
Gran parte de culpa de esto eran los largos viajes en coche que ibamos haciendo, y el interés de mi madre en ir fisgoneando los antiguos expositores de cintas de cassette, de los restaurantes de carretera, e ir viendo que de nuevo había y podía ser dichararero y distraído.
Así se fué creando una colección de lo más variopinta, bien guardadita en esos antiguos estuches portacassette, de polipiel marrón.
Esto, unido a los gustos que mis hermanos iban adquiriendo y sus vinilos, a mi que siempre me encantó escuchar música y canturrear, me vino de lujo.
Ahora bien ha habido un género que yo apenas he escuchado en mi casa, y que tengo menos rozado, aunque no me disgusta, el heavy.
Algo he ido escuchando en casas ajenas o en momentos puntuales.
Y así, de pronto sin previo aviso, inesperadamente y de casualidad mi hijo
escucha una canción de Iron Maiden y, voilà, cae rendido a sus pies, y es que cuando algo es bueno y está bien hecho, indudablemente cala....
Ya tenemos nuevo género musical en nuestro repertorio :DD
Y mi hijo que hasta ahora tenía por preferida la música Clásica, cimbrea hacia un extremo opuesto.
Ohhh preadolescencia, cuantos cambios por vivir....
Ahí os dejo la canción que encendió la chispa metalera de mi chavalín.
Gracias por leerme, espero que os haya gustado el tema, un beso.