Además, ahora mismo tengo otro motivo añadido, puesto que nos reunimos una vez al mes en casa de unos amig@s para comentar una película que vamos decidiendo según nos va tocando el turno.
Cuando llegó mi turno elegí la emblemática película Desayuno con Diamantes, me encanta esta película de siempre y de hecho es una de mis favoritas del cine clásico.
Supongo que el glamour de Tiffanys, la elegancia de gran Audrey Hepbrun, la bso y la temática amorosa que aborda tiene algo que ver.
El argumento gira en torno a dos protagonistas que en la película son dos personas desarraigadas, que sobreviven en un mundo de lujo, donde se encuentran profundamente insatisfechas, atrapados en un círculo falso, hipócrita y sin futuro. De fondo trascienden intimidades de marginación y prostitución. La pasión de Holly (Audrey Hepbrun) por las joyas y la obsesión por encontrar un marido rico, la mantienen en un estado de aturdimiento que le hace huir de sí misma. Paul (George Peppard), más reflexivo, cae en la cuenta de su error e intenta por todos su medios llevarla por el buen camino, distanciándola de una vida bohemia marcada por fiestas frívolas y llenas de desenfreno. El final lo tiene que descubrir uno por sí mismo como es natural.
Muy destacable es el momento donde Holly toca con un ukelele la canción de Moon River....
Como anécdota comentar que la propia actriz insistió encarecidamente en cantar en acapella la canción de Henry Mancini con su propia voz, en lugar de ser doblada, y amenazó con no formar parte del reparto en caso de no ser así. Gran acierto de Audrey y muy inteligente por su parte....
Aprovecho la ocasión para mencionar que mi amiga Lola tiene un fantástico blog de cocina y otros temas llamado Mes petits accidents.com que os recomiendo de corazón. No dejéis de visitarlo..