Qué ver en Santander



Santander es la ciudad más elegante y señorial del norte de España y también podría ser una de las más elegantes de España. Tras varias décadas ha sido un destino de referencia de verano entre las clases sociales más altas ya que históricamente la monarquía tenía aquí su residencia de verano. Por ello, sus paseos y avenidas están repletas de hermosos palacetes de indianos que hicieron grandes fortunas en el siglo XIX y recorrer la ciudad es todo un placer.

Es una ciudad bonita, limpia y muy bien cuidada, desde sus calles hasta sus paseos y jardines. Quizás, con el tiempo asociada al turismo de las clases más altas pero en la que puedes sentirte bien acogidx en todo momento, donde también hay mucha vida en sus barrios más animados y opciones para todos los bolsillos. Santander es una visita obligada si quieres conocer Cantabria:



1. Pasear por el Sardinero: hoteles 5*, restaurantes de lujo, un casino de principios del siglo XX y un elegante paseo con jardines y unas vistas preciosas a la playa del Sardinero. Esta es una de las zonas con más clase de Santander (también de las más caras) y muy popular también sobre todo en la época de verano gracias a sus enormes y limpias playas urbanas.

2. Palacio y península de la Magdalena: es un trozo de tierra que se adentra en el mar y un camino recorre todo el bosque hasta llegar al Palacio de la Magdalena: un hermoso palacio de estilo ecléctico que combina toques ingleses y franceses. Es el símbolo de la capital cántabra y tanto el palacio como el entorno es lo más bonito de la ciudad, sin embargo su historia no queda libre de grandes polémicas.

3. Paseo en barco por la bahía de Santander: una actividad y experiencia diferente que vivir en esta ciudad es la posibilidad de conocerla desde el mar mediante un agradable paseo en barco. Puedes llegar a la playa del Puntal o a Somo con las lanchas (los barcos). También puedes hacer un recorrido turístico por la bahía, considerada una de las más hermosas del mundo.

4. Recorrer el paseo Méndez Pelayo: esta hermosa avenida con palacetes indianos a ambos lados atraviesa parte de la ciudad por el interior y posiblemente sea de los lugares más señoriales de la ciudad. Bajo la sombra de unos enormes árboles se encuentran las antiguas villas de estilos eclécticos y coloniales a ambos lados de la acera y escondidas tras las las verjas cubiertas de vegetación podemos husmear hermosas mansiones abandonadas envueltas en un aire decadente. Todo un placer para los sentidos.

5. Puertochico, jardines de Pereda y calle Castelar: en pleno centro y en el barrio de Puertochico no debe fallar en una visita a Santander. A un lado del paseo unas vistas privilegiadas a la Bahía de Santander; al otro, hermosos y elegantes edificios clásicos de estilo afrancesado de finales del XIX. A lo largo del paseo te tropezarás con numerosas terracitas, restaurantes y unos hermosos jardines y fuentes muy bien cuidados que le dan un toque muy alegre y animado al barrio de Puertochico.



6. Funicular Río de la Pila: este funicular conecta Santander con la parte alta de la ciudad, salvando una gran pendiente. Desde su mirador podemos observar unas bonitas vistas a la ciudad, a la bahía y con suerte, si el día está claro alcanzaremos a ver incluso las montañas del fondo. Los alrededores de la parte alta carecen de interés, pero al ser gratuito podemos aprovecharlo para disfrutar de las vistas.

7. Catedral y la zona urbana: la capital cántabra no solo es verano, playas y paisajes. Descubre su parte histórica y cultural visitando su centro urbano, las calles llenas de comercios y edificios elegantes, la Plaza Porticada, el Ayuntamiento y los Jardines de Pereda hasta llegar a su catedral gótica del siglo XII.

8. Descubrir la noche de Santander: y como en toda ciudad de veraneo y a diferencia de lo que pueda parecer, la capital cántabra también cuenta con sus zonas reconocidas para ir de tapeo como la calle Vargas, tomar unas copas y echar unos bailes. Especialmente en verano la Plaza de Cañadío y calles aledañas se abarrotan de gente. Los locales de Hernán Cortés y Santa Lucía suelen cerrar a las 3 pero siempre queda algún local o sala abierta para quien tenga más aguante.

9. Bañarse en alguna de sus playas: si hay algo que no falta en Santander son playas y además todas ellas son preciosas: en plena ciudad o las afueras, con grandes arenales y aguas muy claras, pero lo mejor es el entorno y las vistas. Aunque el agua está muy fría todo el año, si viajas en verano no olvides traer el bañador porque te será difícil resistirte a una sesión de playa.

10. Faro y mirador de Cabo Mayor: la escarpada costa de Santander también ofrece unos paisajes espectaculares a las afueras de la ciudad: acantilados, praderas verdes llenas de flores y playas preciosas como Mataleñas, pero sin duda su mayor atractivo es el faro de Cabo Mayor y las vistas que hay de toda la costa.



Santander es una ciudad preciosa, elegante y sorprendente, rodeada de paisajes hermosos. Tal vez no sea interesante por el número de lugares que visitar, pero ´recorrer sus paseos marítimos y avenidas es todo un placer. No debes obviar una visita de al menos un día en tu visita a Cantabria. ¿Conoces Santander? ¿tú que opinas? :)



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Etiquetas: Cantabria

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