El reciente huracán Irma, que ha estado presente en todos los medios de comunicación por su virulencia, arrasó con inusual fuerza las islas del Caribe, y una de sus principales secuelas ha sido que "se ha llevado consigo" el mar de las Bahamas.
Olas de hasta 6 metros de altura han provocado igualmente que muchas playas se hayan quedado "secas" y reducidas a un montón de arena. A pesar de lo extraño del fenómeno, a la que vez que infrecuente, tiene una explicación lógica que vamos a detallar. En primer lugar hemos de comentar que el fenómeno se produce unos días antes del paso del huracán y se hace más "visible" en zonas próximas a la costa, que tienen por tanto poca profundidad. Por un lado, el primer factor es la enorme fuerza del viento, que además azota en sentido contrario a la fuerza del mar provocando que las aguas retrocedan, es algo habitual cuando este tipo de fenómenos se forman al norte del Ecuador ya que sus vientos circulan en sentido contrario a las agujas del reloj (de derecha a izquierda). Sin embargo, hay un segundo factor tan importante o más que éste, y es que cuando los huracanes son de muy elevada intensidad, en el centro de la tormenta la presión es muy baja y se lleva el agua hacia su nucleo como si de una succión se tratase como puedes ver en el siguiente vídeo que es muy ilustrativo:
En este caso se crea una baja presión cuando la combustión de las cerillas consume el oxígeno del interior del vaso, lo que provoca que el líquido ascienda en su interior y baje el nivel de todo el plato, ni más ni menos que lo que ha sucedido con Irma.
Bahía de Tampa
Un fenómeno similar se produjo en Tampa (Florida) tambíen unos días antes de que el huracán alcanzara sus costas. En la foto puedes ver cómo muchos ciudadanos se acercaron a la bahía para contemplar en directo y fotografiar como el agua retrocedía varios centenares de metros sobre su nivel habitual.Sin embargo, cuando cambia el sentido del viento, el agua termina regresando a su estado habitual, efecto conocido como surgencia o inundación de huracán, y en ocasiones lo hace incluso con una gran fuerza, por lo que se suele alertar a la población de que temporalmente se mantengan alejados de las costas afectadas.